El Centro de Interpretación de los Humedales de Salburua, Ataria, presenta la exposición ‘Botánicas. El jardín. El paisaje’, en la que Lourdes Vicente realiza una búsqueda de la belleza del mundo natural, el ‘leit motiv’ de su obra.
El misterio, el enigma que encierran las plantas, sus formas, sus texturas, sus cambios, su fragilidad y su fuerza, ese mundo vegetal inabarcable, ha condicionado su manera de ver el mundo a través del dibujo y la pintura.
Dibujando las plantas, reproduciendo la visión de un paisaje, mantiene en el tiempo esa interpretación de lo natural, el deseo que le mueve de plasmar la perfección del mundo vegetal.
“Esta exposición nos invita a realizar junto a Lourdes Vicente ese “zoom” maravilloso que supone mover la mirada desde la perfecta armonía de una hoja de higuera al rincón de un jardín y a un paisaje infinito, y a conocer mejor el mundo y nuestra propia naturaleza”, expresa el concejal de delegado de Anillo Verde y Biodiversidad, Pascual Borja.
La artista presentará su muestra ‘Botánicas. El jardín. El paisaje’ en un recorrido guiado que tendrá lugar mañana jueves 25 de abril en Ataria, de 17:00 a 19:00 horas, con entrada libre hasta completar aforo.
Sobre la autora
Lourdes Vicente nació en Salamanca en 1959 y estudió Bellas Artes en la Universidad Complutense de Madrid, pero es una artista muy vinculada al País Vasco. Pronto se trasladó a Vitoria-Gasteiz, donde fue profesora de pintura en la Escuela de Artes y Oficios y ha participado en sucesivas exposiciones dedicadas a autores alaveses.
La artista ha centrado su producción en la pintura realista y su gran centro temático son las flores y plantas que le quedan cercanas. A partir de ellas estudia estructuras compositivas y gradaciones cromáticas y lumínicas, generando atmósferas que hacen su obra fácilmente identificable.
Vicente ha logrado crear un discurso creativo propio justamente a partir de lo ordinario, concediendo a la normalidad una dimensión y una relevancia con las que el espectador necesariamente empatiza.
Su pintura propone únicamente contemplación y solo procede de ella. No se puede encontrar clasificaciones, ordenación de tareas habituales, mundos ajenos ni laberintos complejos, sino naturaleza captada con sencillez y sin ornamentos, pintada desde la necesidad.
Lourdes invita al público a mirar y valorar dos veces lo que le rodea y lo que sucede como paso primero para apreciar el arte, pero también el entorno.