(EFE).- El pleno del Ayuntamiento de Vitoria ha aprobado hoy una moción sobre memoria histórica que, entre otras cuestiones, abre la puerta a «modificar» o «contextualizar» con una placa el nombre de 6 calles de la ciudad vinculadas con el franquismo.
El texto ha contado con el respaldo del Gobierno PNV-PSE, EH Bildu, Podemos e Irabazi y la única abstención del PP.
La moción ha salido adelante a pesar de que hace algunas semanas el alcalde, Gorka Urtaran (PNV), aseguró que no iba a cambiar el nombre de ninguna calle de la ciudad, algo que siempre ha defendido EH Bildu y que ha sido el punto más polémico de la negociación entre los grupos.
La portavoz abertzale, Ane Arizti, ha asegurado en el pleno de hoy que las palabras del alcalde les producían «enfado y sorpresa» aunque es consciente -ha dicho- de que la competencia en este ámbito corresponde al gobierno.
Por su parte, el PP ha defendido sin éxito una moción alternativa similar a la aprobada pero que excluía las modificaciones del callejero.
«¿Qué sentido tiene eliminar nombres a estas alturas cuando tras el franquismo ya se retiraron aquellos que hacían exaltación expresa, como la Avenida del Generalísimo o la calle División Azul?» ha preguntado el portavoz popular Iñaki García.
En concreto las calles susceptibles de ser modificadas son Obispo Ballester, Bueno Monreal, Pedro Orbea, José Lejarreta, Vicente Abreu y Luis María Uriarte.
Pero, ésta es sólo una de las medidas contempladas en la moción aprobada. El texto plantea también retirar todos los títulos, cargos honoríficos o medallas a personas vinculadas al franquismo.
Además, dentro de la simbología de la época, se contempla actuar explicando el escudo colocado en el interior de la Catedral María Inmaculada; señalizando y contextualizando la cruz sobre la cima del monte Olarizu e instando a la retirada del escudo franquista en el edificio de la Subdelegación del Gobierno y también de las placas existentes aún en fachadas de viviendas de esa época.
Otro de los puntos de la moción prevé realizar, en el plazo de un año, un listado de personas represaliadas, con un apartado específico de trabajadores municipales, y un censo oficial de víctimas del franquismo.
Todas ellas recibirían un homenaje en una fecha aún por determinar.
Asimismo, se ha aprobado colocar un monolito en memoria del alcalde asesinado Teodoro González de Zárate y de «todos los vitorianos víctimas de la represión franquista».
El debate se ha enrarecido por el rifirafe que han protagonizado el concejal del PP Iñaki García y el alcalde a cuenta de la entrada en la corporación municipal en 1973 del exalcalde José Ángel Cuerda (PNV) y de «otras personas de diferentes familias ideológicas» a través de las elecciones del tercio familiar.
Una «estructura administrativa del franquismo», según García, por la que Gorka Urtaran le ha acusado de actuar de forma «perversa» al confundir la elección de esas personas con la de otras que sí venían del franquismo» y le ha exigido una rectificación que finalmente no se ha producido.
En las intervenciones del pleno, los representantes del gobierno (PNV-PSE) han defendido el «consenso» alcanzado en la moción finalmente aprobada y han abogado por «una memoria que dé paso a la convivencia»
Desde Podemos, se ha destacado que es «el momento de dar voz a las voces calladas» mientras que el único concejal de Irabazi ha apostado por «reconocer a personas que hasta ahora han permanecido en el olvido».
La moción aprobada el pleno de hoy se basa en las conclusiones de un grupo de trabajo que se puso en marcha en 2014 y que ha contado con la participación de concejales de todos los grupos políticos, técnicos municipales y asociaciones vinculadas a la memoria histórica.
Algunas de las acciones propuestas ya se han materializado en este tiempo, como son la colocación del busto de Estepan Urkiaga, Lauaxeta, en la plaza del convento de los Padres Carmelitas, utilizado en su día como cárcel franquista y un monolito historiografiado en el barrio de Zaramaga sobre los sucesos del Tres de Marzo de 1976.