Agentes de Policía Local detuvieron ayer por la tarde a un hombre de 38 años como presunto autor de un delito de atentado a agentes de la autoridad.
Los hechos ocurrieron en torno a las 18:30 horas cuando una llamada al 092 solicitaba presencia policial en la estación de autobuses ya que tenían problemas con un pasajero que se encontraba embriagado y muy agresivo.
Durante la intervención el hombre hizo caso omiso a los requerimientos de los agentes de que abandonara el lugar e incluso, en un momento determinado, arremetió contra ellos causando lesiones a uno de los policías. En vista de lo sucedido, la patrulla procedió a su detención.
De nuevo en esta ocasión, una persona embriagada arremetió contra los policías causando lesiones a uno de ellos. Siempre que nuestra Policía tiene que intervenir y detener a alguien, es habitual que algún agente resulte lesionado. Pero ¿Qué agentes tenemos? ¿Es que no se les instruye debidamente para actuar con efectividad y sin riesgo en estos casos, y en otros aún más peligrosos, y evitar ser lesionados?
Uno llega a sospechar que eso de resultar siempre lesionados es un cuento macabeo y mal intencionado para aumentar la condena al detenido o para pedir la baja unos cuantos días.
En la estación de autobuses últimamente hay gente pululando de no excesiva confianza. Salen a fumar y no tabaco precisamente, enchufados y tirados en el suelo todos los días, que hace desconfiar a los usuarios de la seguridad que hay. Hay que decirlo con mucho cuidado, para no herir sensibilidades.