Vitoria: 4 acusados de pagar por sexo a menores aceptan penas

EFE.- Oscar Escribano, uno de los acusados de falsificar grafitos en el yacimiento alavés de Iruña-Veleia junto con su exdirector, Eliseo Gil, ha sido condenado a un año de cárcel tras aceptar un acuerdo de conformidad con la Fiscalía y la acusación particular ejercida por la Diputación Foral, con lo que eludirá la cárcel.

El juzgado de lo Penal 1 de Vitoria ha comenzado a juzgar esta mañana a Gil, a Escribano y a un tercer imputado por la supuesta falsificación de unos grafitos en unas cerámicas encontradas en ese yacimiento que se presentaron como históricos porque, entre otras cosas, adelantaban al siglo III la aparición del euskera y la entrada del Cristianismo, cuando hasta entonces el primer vestigio conocido eran las glosas de San Millán, del siglo XI.

En las cuestiones previas, la Fiscalía ha anunciado esta mañana un acuerdo de conformidad con Escribano, geólogo que trabajaba en el yacimiento y que en una nota difundida por sus abogados ha reconocido que hizo una inscripción con un punzón, pero que «no fue más que una broma».

El acuerdo ha sido aceptado por el acusado y la jueza ha dictado sentencia oral condenándolo a un año de cárcel como autor de un delito contra el patrimonio, y al pago de una multa de seis euros diarios durante doce meses (2.232 euros).

Además deberá indemnizar con 300 euros al Gobierno Vasco por la pieza dañada con otros 300 euros a la Diputación de Álava, propietaria del yacimiento, por los gastos de inversión en el mismo.

La jueza, a petición de la Fiscalía, ha aceptado también suspender la ejecución de la pena por un plazo de dos años con la condición de que Escribano no delinca durante ese periodo y abone la indemnización, que ha indicado que hará a plazos de 100 euros mensuales.

La Fiscalía pedía en un principio para Escribano un total de cinco años y medio de cárcel por un delito continuado sobre el patrimonio y otro de estafa en concurso con un delito de falsedad en documento privado, y pedía una multa de 7.000 euros.

Asimismo reclamaba que Escribano indemnizara al Gobierno Vasco con un total de 285.600 euros por los daños causados al patrimonio cultural y que junto con los otros acusados abonara a la Diputación alavesa 12.490 euros en concepto de responsabilidad civil.

La Diputación Foral de Álava, que ejerce como acusación particular, pedía por su parte tres años y nueve meses por un delito continuado de daños al patrimonio histórico.

«Estoy contento de haber llegado a un acuerdo manteniendo lo que dije desde un principio y ponerle punto y final a este dilatado y duro proceso para poder seguir adelante con mi vida», ha dicho Escribano en un comunicado. EFE



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