Incorporamos aquí la estructura municipal. Un gigante de 18 departamentos y más de 80 áreas de servicio que exigen la involucración de un número aceptable de concejales para dirigirlas.
Los vitorianos necesitan un Ejecutivo de más de los cinco concejales que sustentan ahora el Gobierno de Urtaran.
La responsabilidad de la tareas municipales y el respeto a la ciudad exigen no solo echar a alguien, sino pactar un equipo de gobierno con suficientes concejales para liderar la tarea.
Urtaran iniciará ronda de Gobierno en los próximos días y debe haber compromiso. Si nadie quiere, Bildu deberá pensar seriamente en entrar, puesto que son los líderes del vuelco.
Solo una pregunta, bajo estas premisas, ¿cuántos concejales son preciso en el equipo de gobierno para 18 departamentos y 80 áreas de servicio?
En la historia reciente de la ciudad han ejercido 9 ((PP-Maroto) y hasta 6, pero nunca se ha planteado una obligación de pacto sino de gobernabilidad.
El PNV tiene UNO (entre muchos) problemas: gestionar un gobierno en minoría.
El PP ha gobernado con pacto y contra el Pleno municipal, por lo que no cambia el enfoque.
Siendo honestos y no partidistas diremos que poco ha cambiado, el nombre y sigla, así como el enfoque de alguno.
Tiene la misma necesidad de mostrarse gobernante por y para la mayoría, pero no impelido, pues una norma sobre entidades locales aprobada por el PP permite que la minoría elegida como equipo de gobierno haga y deshaga en contra de la mayoría democrática del Pleno.
Por lo tanto, quienes no han criticado esta muestra antidemocráctica se rasgarán sus vestiduras, no las de la ciudad.
Y quien quiera hacer cuidad, confiará menos en pactos, en políticos que de un día u horas, cambian de camisa, para exigir día a día.