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Esta mañana nos desayunábamos con una agresión de tintes racista ocurrida el lunes en Vitoria. Según varios medios la agresión se produjo cuando varias personas esperaban a ser atendidas en el punto de información de un Centro Cívico, y una de las que estaba en la fila comenzó a insultar a los inmigrantes y a gritar en alto. Otro vitoriano que esperaba en la cola le recriminó sus palabras y el hombre que estaba profiriendo supuestos insultos racistas la emprendió a golpes contra él. La víctima de la agresión fue trasladada al hospital de Txagorritxu sin lesiones de gravedad. Hasta aquí la información conocida hasta ahora.
Como consecuencia de la agresión, la tensión política ha sido máxima en el Ayuntamiento. Con reproches de toda la oposición hacia el alcalde, y con una defensa numantina del primer edil.
Pues bien, Norte Expres está en condiciones de sumar varios puntos informativos que cuestionan mucho la tesis racista de esta agresión.
Para empezar, la Policía Autónoma Vasca ha asegurado a este medio que no había denuncia y, a nuestra pregunta de si la agresión fue por una discusión de contenido racista, dijeron que no les constaba. Tampoco la Policía Municipal ha podido aportar absolutamente nada a Norte Expres que lleve a pensar que ese fue el motivo.
Pero es que además este medio ha tenido acceso a dos documentos internos municipales que hacen todavía más dudosa esta tesis de la agresión por tintes racistas que tan rapidamente han aceptado desde muchos ámbitos de la sociedad y la política vitorianas.
En un primer informe de la red de Centros Cívicos de Vitoria, al que ha accedido Norte Expres en exclusiva, se recoge como este ciudadano, el supuesto agredido, usuario habitual de la mediateca de El Pilar, estuvo expulsado de la red ce centros cívicos durante 6 meses.
El 24 de septiembre del 2011, un segundo informe advierte de que continúa con su «comportamiento inadecuado», de «repetir las conductas incívicas de anteriores ocasiones: enfado, levantar la voz,- insultar y amenazar- « y recoge la queja de otro usuario acusándole «de falta de ética, respeto y comentarios xenófobos«.
Por todo ello el ayuntamiento procedió a la «privación del derecho de uso de los centros cívicos e instalaciones deportivas municipales de forma indefinida», tal y como se recoge en el segundo documentos al que ha tenido acceso Norte Expres y que firma el Concejal Delegado de Servicios a la Ciudadanía.
Se le sancionó a una multa de 1500 euros, y de nuevo se le prohibió la entrada en cualquier Centro Cívico.
Este usuario, el presunto agredido, llevó el asunto a los tribunales y los juzgados desestimaron su recurso. Es llamativo como en el contenido de la sentencia se recogen algunas actitudes de este vitoriano como la de gritar e increpar a la responsable del servicio de mediateca por la espera para el uso del ordenador, «siendo que le dijo mientras le apuntaba con el dedo: guapita ya verás la que te va a caer. Menuda queja te voy a poner y pedazo de denuncia te va a llegar porque ahora estoy en el Ayuntamiento» recoge textualmente la sentencia que habilita a el presunto agredido a volver a los centros cívicos e instalaciones deportivas municipales hasta el 31 de diciembre de 2013.
Con todo esto encima de la mesa crecen las dudas de que la agresión se produjera por que este individuo saltara a defender a un grupo de inmigrantes. Es más, parecen de ciencia ficción a tenor de los hechos, informaciones y, sobre todo, los precedentes del supuesto agredido: una queja por xenofobia
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Ciudadana inmigrante ajena a la información[/spb_text_block] [/spb_column]
La culpa de esto la tiene Maroto por echar gasolina sin fundamento, pero tanta culpa como el o mas tenéis los pseudoperiodistas que en vez de investigar y desmontar con datos las mentiras del alcalde le dais voz y seguís sus tonterias
Jajajaja La culpa de esto la tiene Obama, no te jode. Maroto aporta razones con fundamento y datos verídicos, tu ni eso.
La culpa de Maroto y de Manolete, no te digo lo hay que oír … Esa disputa entre dos tipos no tiene nada que ver con lo que dice Maroto, que es que hay fraude en las ayudas de RGI y los datos lo demuestran.