Un grupo de 45 aficionados de una peña del Deportivo Alavés protagonizó un altercado en la calle Barbecho de Valladolid al lanzar botellines y otros objetos a seguidores del equipo blanquivioleta el 18 de mayo, cuando se disputó el encuentro de fútbol de la Liga de Primera División entre ambos conjuntos.
Según han informado este martes fuentes de la Policía Nacional, el partido que se celebró en Valladolid entre el Real Valladolid y el Deportivo Alavés se saldó con 55 actas levantadas a aficionados del conjunto vasco por diferentes hechos.
Si bien a través del Real Valladolid se habían vendido 595 entradas al Alavés para sus aficionados, posteriormente se tuvo constancia de que más de 700 entradas habían sido adquiridas por seguidores de este equipo a través de Internet o por cesión de aficionados vallisoletanos.
Por estas circunstancias acudieron al encuentro cerca de 1.400 aficionados del equipo visitante, desplazándose muchos de ellos mediante vehículos particulares.
En concreto, un grupo de unos 45 aficionados violentos protagonizaron un altercado frente a un bar en el que se suelen reunir aficionados del Real Valladolid en la calle Barbecho de Valladolid.
El grupo de la afición visitante arrojó botellines y otros efectos a los aficionados locales, que tuvieron que refugiarse a la carrera en el interior del establecimiento.
Al lugar acudieron varios indicativos de Policía Nacional y de Policía Municipal, que procedieron a identificar y a embolsar a este grupo de aficionados.
Por este altercado se propuso a los 45 aficionados a sanción por actas por la Ley del Deporte. A partir de ese momento se acompañó y controló a este grupo por parte de indicativos de Policía Nacional y Policía Municipal durante todo el partido y hasta que abandonaron la ciudad.
OTROS DIEZ
Durante el encuentro, se procedió a levantar otras 10 actas a aficionados del Alavés, 8 de ellas por la Ley del Deporte y 2 actas por Ley Orgánica 4/2015. Los motivos que las propiciaron fueron embriaguez y desobediencias, entre otros.
El dispositivo se saldó sin ningún detenido. EFE
Propaganda.
Si unos «quedan» para pegarse, otros llaman a la poli para que acudan, lo paren y todo quede en una bravuconada.
Están todos más que identificados desde hace mucho tiempo. Nos les pasa nada y saben que no les van a hacer nada porque son una herramienta.
Pero el demonio está en los detalles y un dia la desgracia llega, y salvo algunos psicópatas, en ese momento más de uno va a entender que no es lo mismo llamar al demonio que verlo venir.
Estamos dando lecciones de moralidad en Mendi desde las gradas y luego niños aterrorizados por las ventanas de sus casas viendo semejante atrocidad y macarrismo.
Que queden y vayan al monte a pegarse y que dejen a los demás tranquilos.
Menuda educación estamos dando a los más pequeños.
Como bien dice el otro comentario, barra libre hasta que pase alguna desgracia.Luego vienen los lloros.
Y nadie dice nada.
No espabilaran , pero les viene bien