La Confederación Hidrográfica del Cantábrico invertirá casi 2,4 millones de euros en los trabajos necesarios para prevenir nuevos deslizamientos de tierra en la depuradora de Basaurbe, en Llodio (Álava), como la ocurrida tras las lluvias torrenciales de finales de febrero y principios de marzo.

Tras ese episodio de lluvias intensas se descubrió una grieta en un talud de la depuradora «que indicaba un deslizamiento del mismo hacia uno de los edificios ya construidos», por lo que «la zona fue acordonada inmediatamente y los trabajos suspendidos», ha informado hoy esta entidad.

Para prevenir futuros deslizamientos y garantizar la estabilidad del terreno a largo plazo se va a reforzar el terreno con una escollera sobre el talud, y se va a mejorar el drenaje de la zona afectada. De manera paralela, se harán reconocimientos geotécnicos y análisis continuos para ajustar los trabajos a medida que avancen las obras.

La contratación de este proyecto de emergencia fue concedida el pasado 12 de abril y el plazo de ejecución de los trabajos (que por su complejidad se han dividido en dos lotes) es de seis meses.

Cuando esté operativa la depuradora de Basaurbe tratará los vertidos de los municipios de Llodio (Álava) y Orozko (Bizkaia) con una población futura estimada de 24.300 habitantes. Su construcción empezó en marzo de 2022.

En la actualidad los tres edificios de la planta están construidos, con la gran mayoría de equipos electromecánicos instalados. Las tareas pendientes incluyen la finalización de la urbanización de la parcela y las pruebas de funcionamiento. EFE



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