¿Pagas más o menos? La hipoteca media en Álava

La vivienda terminada nueva y usada se encareció en Euskadi un 7,2 % en el cuarto trimestre respecto al mismo periodo del año anterior, según la tasadora Tinsa, que destaca el fuerte incremento de precios en San Sebastián (10,8 %).

En Vitoria la subida interanual al cierre de 2022 ha sido del 8,7 % y en Bilbao del 8,4 %. El valor unitario de una vivienda en San Sebastián se eleva a 4.074 euros por metro cuadrado, frente a los 2.752 euros/m2 de Bilbao y los 2.293/m2 de Vitoria.

En el balance de los cuatro trimestres del año concluye que en Euskadi la vivienda se ha encarecido de media un 5,3 % respecto a 2021.

Por territorios históricos, la mayor subida a cierre del cuarto trimestre se ha producido en Álava (9,5 %), seguida de la de Gipuzkoa (6,7 %) y por último figura Bizkaia (6,2 %).

Gipuzkoa es como la tercera provincia española con los precios más caros, 2.596 euros por metro cuadrado, solo superada por Madrid (2.867 euros/m2) y Baleares (2.682 euros/m2).
Por capitales, llama la atención el incremento de precios en San Sebastián (+10,8 % en el cuarto trimestre), el segundo mayor de España tras Zaragoza (10,9 %).

HIPOTECA MEDIA

Tinsa también analiza la hipoteca media que pagan los vascos según los créditos firmados en el tercer trimestre: 170.059 euros en Gipuzkoa, lo que supone unos 725 euros mensuales; 159.018 euros en Bizkaia y 668 mensuales, y 144.070 euros en Álava, unos 601 euros al mes.

Tinsa, que cifra en el 8,8 % la subida de precios de la vivienda en el conjunto de España en el cuarto trimestre y un 8,1 % de media en todo 2022, prevé para 2023 que los precios tiendan a estabilizarse.

La tasadora ha destacado que el incremento del importe de la vivienda ha sido coherente con el entorno inflacionista.

Para 2023 su informe apunta a una moderación de la demanda, consecuencia de la combinación de una tasa de inflación todavía alta, que erosiona el poder adquisitivo de los hogares, y del cambio en la política monetaria del BCE, que encarece la financiación, factores ambos que dificultan el acceso a la vivienda.

Aun así, indica que el entorno inflacionista puede continuar favoreciendo la canalización de ahorros hacia el producto residencial, de forma que las compraventas no se desplomarían, sino que se mantendrían en niveles cercanos a los del último año.

En este escenario, la persistente limitación de la oferta mantendría el tensionamiento de los precios al alza, si bien tenderían a la estabilización a medida que se modere la demanda. EFE



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