Familiares de usuarios de residencias de mayores de Álava han denunciado los protocolos covid vigentes en estos centros, han pedido su modificación y han dejado claro que no van a permitir que sus allegados «mueran de pena» por la restricción de visitas y los «aislamientos preventivos».
Más de medio centenar de integrantes de la asociación Babestu se han concentrado este sábado ante la Diputación alavesa tras una pancarta en la que se leía en euskera y castellano el lema «Por unas condiciones dignas para los mayores».
Charo Martínez, una de las portavoces de estas organización que agrupa a cerca de un centenar de familias, ha denunciado que los protocolos vigentes en las residencias vascas, tanto privadas como públicas, son «muchísimo más restrictivos» que las normas que rigen para el resto de los ciudadanos tanto si se es positivo como contacto estrecho.
Como ejemplo, ha explicado a Efe que cuando un residente vacunado es contacto estrecho de un positivo se le aplica un «aislamiento preventivo», cuando el resto de ciudadanos vacunados puede hacer vida normal vigilando la aparición de síntomas. También ha señalado que ante la sospecha de que sean positivos «también se les aísla» en sus habitaciones.
«El protocolo es vergonzoso y de juzgado de guardia» porque, según ha dicho, permitir o no que varios usuarios positivos puedan realizar actividades juntos depende de «si hay o no plantilla suficiente».
Además, ha indicado que en residencias en las que se han concertado plazas públicas solo se permiten dos días de visita semanales. «No hay normalidad como dice el diputado general, es mentira. Los protocolos están maltratando a los usuarios», ha insistido.
Martínez ha denunciado que los «aislamientos suponen matarlos en vida» y aunque ha reconocido que no hay apenas muertes por covid en las residencias, ha subrayado que «no se contabilizan las muertes por pena y tristeza». «Eso es lo que nos preocupa. No vamos a permitir que se mueran de pena, lo vamos a denunciar», ha advertido.
En este sentido, ha denunciado que los aislamientos provocan un avance en el deterioro cognitivo de estas personas y ha hecho hincapié en que «no se ha aprendido nada, se está exactamente igual que en marzo de 2020» en materia de protocolos.
Martínez ha reconocido que hay un pequeño porcentaje de residencias, en torno a un 3 %, que «está teniendo mucha empatía» y trata de evitar esos aislamientos. EFE
Esto es de juzgado de guardia.
Había que denunciar como y porque los trabajadores de las residencias siguen metiendo el virus y contagiando a los residentes porque no se aplica el protocolo de que tienen que trabajar con la mascarilla puesta .
En vez de privar a los usuarios de la residencias podían controlar a los trabajadores de que cumplan con el protocolo de sanidad y que estén en su puesto de trabajo con la mascarilla Emilio Sola no estás haciendo tu trabajo bien
¿Alguien recuerda cuando poníamos el grito en el cielo porque no nos dejaban ver a un familiar moribundo en un hospital?
Entonces tenía una justificación. No conocíamos la enfermedad. Era una decisión cruel pero podía tener justificación.
Ahora sucede lo mismo. Pero la única razón que hay es una cacicada del PNV imponiendo un pasaporte Covid.
Supongo que a estas alturas de la sexta ola nadie argumentará que los vacunados no contagian o que lo hacen significativamente menos.
Por lo tanto, está nueva crueldad está injustificada. Solamente es un capricho del PNV para justificar una nefasta gestión de Osakidetza.