Los bomberos recibieron ayer un aviso desde una vivienda de Santa Isabel, en Vitoria-Gasteiz, alertando sobre un niño encerrado en una habitación.
Un niño se encontraba dentro de una estancia tras haber cerrado el pestillo de la puerta. El menor, visiblemente angustiado, lloraba junto a la puerta sin poder abrirla.
Ante la imposibilidad de acceder de forma convencional y dada la urgencia de la situación, los efectivos desplazados al lugar optaron por forzar la entrada.
Con una patada se rompió el pestillo, logrando así acceder rápidamente a la habitación y calmar al menor.
Para que digan que cualquiera puede ser padre.
Bravo por los Bomberos….el niño con su mirada, les habra agradecido que le sacaran de ahí…..