El líder del Bahrain Victorious, Mikel Landa; el portero del Athletic Club y de la selección española de fútbol Unai Simón; y la maratoniana Elena Loyo fueron homenajeados en Zuia (Álava), su pueblo natal, por los éxitos cosechados en sus respectivas carreras deportivas.
La localidad alavesa de Zuia, de 2.300 habitantes y que se encuentra a tan solo 20 kilómetros de Vitoria, ha visto crecer curiosamente a numerosos deportistas de elite en los últimos tiempos, a pesar de ser un valle tan pequeño. El ciclismo, el ciclocrós o la hípica son otros de los deportes que han sonado y suenan en el valle más cercano a la capital vasca.
Pero Mikel Landa, Unai Simón y Elena Loyo han coincidido en el tiempo y destacan a nivel internacional en sus disciplinas desde hace varios años.
La atleta olímpica no pudo acudir a la cita, pero fue igualmente reconocida por sus vecinos, mientras que Mikel Landa, a las puertas de la preparación para La Vuelta, y Unai Simón, antes de comenzar su pretemporada con el Athletic Club, se dieron un baño de masas en el frontón de Murgia.
El pasado verano, Loyo entró en la meta del maratón olímpico en el puesto 29 y fue la mejor española en su primera prueba olímpica a los 38 años.
El ciclista del Bahrain Victorious, que saboreó el podio del Giro con los suyos, y el portero del equipo rojiblanco se mostraron muy agradecidos con el público y recordaron sus primeros pasos en el pueblo.
Ambos comenzaron jugando a fútbol aunque rápidamente Mikel Landa se decidió por la bicicleta, mientras que Unai Simón continuó en el equipo de Zuia hasta convertirse en un referente.
Reconocidos en numerosas partes del planeta, los tres hacen vida en Zuia como un vecino más. Allí continúan sus amigos de la infancia y sus familias y ellos recorren sus calles cuando su vida deportiva lo permite.
Fue un acto sencillo que se tuvo que trasladar al frontón debido a la lluvia y los tres recibieron un detalle de manos del alcalde de la localidad. EFE
Unai, machote, tú sigue parando, como hasta ahora, casi todo lo que te chuten. Cuando juegues con los leones, haz lo que quieras, pero cuando juegues con la roja, quietecito en la portería, que ese es tu puesto y sin hacer jaimitadas con la pelotita regateando al contrario que se te acerque. Deja el medio del campo para tus compañeros, tu puesto atrás, bajo palos.
Por lo demás ¡¡Aúpa!! chaval.