por Xavier Serrano (EFE).- El alavés Mikel Landa acabó segundo en la general de la Volta Ciclista a Cataluña, que terminó este domingo en Barcelona, y ratificó de este modo el cambio de ciclo iniciado con su fichaje por el equipo Soudal Quick-Step en agosto de 2023.

El ciclista vasco se estrenó con la escuadra belga en febrero con la Vuelta al Algarve, en la que desempeñó un papel clave para que el belga Remco Evenepoel, líder de la plantilla, lograra la victoria en la general.

Tras este éxito colectivo, la Volta suponía un nuevo desafío para Landa, que se estrenaba como primera espada este curso, y el corredor de Murgia respondió a la exigencia con un segundo puesto que sabe a algo más, dada la superioridad del esloveno Tadej Pocagar (UAE Team Emirates) sobre el resto del pelotón.

El ciclista del Soudal Quick-Step no bajó del podio en ninguna de las tres etapas de montaña: fue segundo en Vallter y Port Ainé, y tercero en Queralt.

«Venía sin ninguna expectativa. Llevaba tiempo sin correr, quería ir encontrando sensaciones día a día y me he encontrado mejor de lo que esperaba», aseguró tras la segunda jornada, con llegada en alto en Vallter.

Ese día, Landa fue el único capaz de reaccionar al ataque de Pogacar en pleno ascenso al último puerto, a 6,5 kilómetros de la meta. En la jornada siguiente, el vasco dobló la apuesta y fue él quien arrancó en cabeza, a falta de 7,4 kilómetros para coronar Port Ainé, y el esloveno contraatacó con un cambio de ritmo que le aupó hasta la victoria.

«Estoy contento. Mi objetivo era sacar un poco más de ventaja al tercero y lo he conseguido. Es una pena que esté Pogacar y la victoria esté tan difícil», dijo entonces, para luego añadir: «Sabía que se iba a calentar. Tenía la esperanza de poderme ir con él y quizás aguantarle hasta más cerca de la meta, pero desde un principio no podía».

Pese a la resignación por no poder rivalizar con Pogacar en el cuerpo a cuerpo, Landa fue el más regular de sus adversarios, como certificó la etapa reina del sábado, con salida en Berga y llegada en alto al santuario de Queralt.

Esta vez, el esloveno decidió romper la carrera con un cambio de ritmo a falta de 3 kilómetros para coronar el penúltimo puerto, a 29 de la meta. Landa no trató de seguirlo esta vez, pero apretó para abrir hueco sobre los demás perseguidores y después colaboró con el colombiano Egan Bernal (Ineos Grenadiers) para asegurarse la segunda posición en la general.

«Tengo muy buenas patas otra vez. Estoy renovado de energías. Me siento fresco otra vez, con la energía del 2015. Estoy muy ilusionado para la temporada», afirmó tras la etapa el ciclista alavés, quien aseguró que le «ha sentado bien el cambio de equipo» después de cuatro campañas en el Bahrain.

Landa, que no quedaba segundo en una competición desde el año pasado en la Itzulia, encarará a partir del 1 de abril y con ambición renovada la disputa de la ronda vasca, en la que se ha fijado el objetivo de ganar una etapa.

«Lo voy a disfrutar mucho. Me motiva especialmente correr en casa, correr con Remco (Evenepoel) y enseñarle mis carreteras. Creo que será una muy buena semana», valoró este domingo el alavés tras la última etapa de la Volta que ratificó su segundo puesto en la general a 3:41 de Pogacar.

Landa confirmó que posteriormente se centrará en la Flecha Valona y la Lieja-Bastoña-Lieja antes de pensar en la segunda parte del año, en la que está previsto que dispute el Tour de Francia y la Vuelta a España. EFE