El alavés Mikel Landa (Bahrain Victorius) logró incrustarse en la escapada buena de la octava etapa de la Vuelta, que finalizó en el inédito Colláu Fancuaya, pero reconoció que no tuvo las fuerzas necesarias para seguir el ritmo que marcó el vencedor, el australiano Jay Vine (Alpecin).
«El que ha ganado la etapa iba en la fuga, pero cuando ha atacado lo estaba pasando mal y no le he podido seguir», dijo tras finalizar la etapa a casi tres minutos de Vine.
Landa se mostró dispuesto a seguir intentándolo en los próximos días en busca de una nueva oportunidad para ganar una etapa y espera «estar mejor la próxima semana».
El alavés recordó que todavía queda una segunda etapa por carreteras asturianas, con final en Les Praeres, que, afirmó, «será otro día duro». EFE
Abandono anunciado…
En fin…