España, está rodeada por mares e inmensos arenales, pero también es un país de costa interior, con infinidad de ríos, embalses y zonas habilitadas para darse un refrescante chapuzón. Son las denominadas playas fluviales, un concepto distinto que cada vez engancha a más gente, alternativo a las dunas y el mar. Estas son algunas de las más destacadas según publicó @marcaespana:
Playa de Landa (Álava)
El único territorio vasco que no baña el Cantábrico también tiene su playa: la de Landa, muy cercana a Vitoria, en el embalse de Ullibarri-Gamboa. Se trata de un espacio habilitado de más de 400 metros, con duchas, aseos, merenderos y aparcamientos, en el que incluso se ha sustituido el fondo de algas del pantano, por piedras y grava para mejorar el baño. Practicar algún deporte náutico se convierte en un perfecto complemento para un día de asueto.
Lagunas de Ruidera (Ciudad Real-Albacete)
En pleno corazón de La Mancha se extiende este maravilloso entorno declarado Parque Natural, compuesto por 15 lagunas de aguas cristalinas y color turquesa, algunas de las cuales se convierten en el paraíso de los bañistas cuando el calor aprieta. Después de un buen baño lo mejor es conocer la diversidad de la flora y fauna que han convertido este lugar en un espacio natural protegido. Y por supuesto, si lo que quieres es practicar algún deporte náutico, como kayak o paddle surf.
Piscinas de agua salada de San Esteban de Pravia (Asturias)
En este caso no hablamos de una playa propiamente dicha, ni siquiera de agua dulce. Nos centramos ahora en una de una de las alternativas más curiosas y refrescantes, que tiene como referencia directa el mar y el río. Se halla junto al curso del Nalón, muy cerca de su desembocadura, y, como su nombre indica, se trata de dos piscinas de agua de mar. Si después de pasar por este lugar se prefiere el embate de las olas del Cantábrico, casi al lado se encuentra el interminable arenal que conforman la playa de Los Quebrantos y la del Sablón.
Playa de Orellana (Badajoz)
La única bandera azul de Extremadura, y una de las 577 que luce España en 2015. Sí, por increíble que parezca, la playa de este embalse pacense cumple con todos los requisitos exigidos para renovar año tras año ese distintivo, que la convierte en un arenal único en nuestro país. Tiene todo lo que se le puede pedir y más: arena, césped, plataformas artificiales y hasta ‘chiringuitos’. Servicios de socorro aparte, la bandera azul también significa una calidad excelente en sus aguas. Como no podía ser de otra manera, la práctica de la vela, el piragüismo o el esquí acuático,entre otros, se consolidan como una excelente opción para completar un día de playa.
Las Fuentes del Algar (Alicante)
El río Algar ha creado a lo largo de los años una maravilla natural, un auténtico parque temático del agua situado a pocos kilómetros de Benidorm. Esta Zona Húmeda Protegida está llena de cascadas, manantiales y remansos de agua conocidos como ‘tolls’, donde poder darse un baño en un entorno mágico. Además, se puede disfrutar de multitud de actividades familiares, como visitar el DinoPark Algar, ubicado a pocos kilómetros del lago, en el fantástico entorno del jardín botánico Cactus d´Algar.
Lago de Sanabria (Zamora)
El zamorano Lago de Sanabria es el mayor estanque de origen glaciar de la Península Ibérica. En él se han creado varias zonas de baño, y otras de arena y piedra con todo tipo de servicios, que desde hace unas décadas atraen a miles de personas para disfrutar de sus aguas. La playa más conocida, grande y concurrida es la de Custa Llago. Si eres aficionado al windsurf o al buceo, este es tu sitio.
Playa de Valdearenas (Andalucía)
El Lago de Andalucía. Así se conoce el embalse de Iznájar, que retiene las aguas del río Genil entre Málaga, Granada y Córdoba. Es el más grande de Andalucía y el tercero de España, con más de 100 kilómetros de orilla. En medio de esa extensa costa se encuentra una playa de fina arena con 1.500 metros de largo denominada Valdearenas. Es un lugar excelente para practicar todo tipo de deportes acuáticos, además de disfrutar de una gastronomía exquisita y el espectacular casco histórico y Castillo de Iznájar.
FOTO Diputación de Álava