(EFE).- El estado sanitario de la uva en la Rioja Alavesa es «excepcional» al no haberse detectado ningún foco significativo de enfermedad o plaga en los viñedos y la previsión es es que la vendimia de blanco se inicie en los primeros díez días de septiembre y el tinto tempranillo a partir del 15 del próximo mes.
Estos son algunos datos que se desprenden del informe de coyuntura vitícola elaborado hoy por el Servicio de Viticultura y Enología de la Diputación de Álava.
El informe destaca que desde mediados de agosto las temperaturas han sido muy altas en el territorio y las lluvias escasas, hasta el pasado domingo, cuando cayeron en la zona entre 10 y 15 milímetros de agua que han aliviado la situación vegetativa del viñedo que «estaba empezando a sufrir considerablemente».
Desde este servicio se indica que las lluvias anunciadas para esta semana van a mediatizar la fecha de vendimia así como la calidad y cantidad de la misma.
El informe destaca que en los últimos días se ha producido un «salto importante» en la maduración de uva que ha aumentado el grado considerablemente, mientras que la acidez es baja.
El Servicio de Viticultura y Enología constata que persiste la «irregularidad» entre parcelas, viñedos e incluso racimos de la misma cepa, sobre todo en las zonas más afectadas por la helada del pasado 28 de abril.
«El desfase entre madurez alcohólica y fenolítica es de momento bastante acusado», algo que se espera que se vaya corrigiendo con la lluvia de los próximos días, indica el informe, que añade que el contraste de temperaturas entre la noche y el día también favorecería esa evolución deseable.
Con todo ello, el Servicio de Viticultura y Enología foral considera que es probable que la vendimia de blanco se inicie en los diez primeros días de septiembre, lo que supondría un adelanto de unos doce días respecto a las fechas normales.
La recolección de tinto tempranillo podría comenzar a partir del 15 de septiembre.
Respecto al txakoli en el Valle de Ayala, la evolución está siendo muy rápida por las temperaturas altas de los últimos días, que han llegado a afectar a los racimos más expuestos.
Así la vendimia de la denominación Arabako Txakolina podría iniciarse, si todo transcurre con normalidad, al menos diez días antes de lo que suele ser habitual y se espera una cosecha de «óptima calidad».