La suspensión temporal de las clases ha pillado desprevenidas a las familias y a las empresas, que desde ayer cuentan con recomendaciones de la patronal para facilitar este trance a sus empleados con hijos menores en edad escolar.

Ante situaciones imprevisibles algunos centros de trabajo ya han arbitrado soluciones imaginativas para posibilitar la conciliación laboral y familiar de su plantilla.

Así lo ha hecho una pequeña empresa de servicios de la ciudad que ha puesto a disposición de los trabajadores un espacio y una monitora para dinamizar la estancia de media docena de pequeños mientras sus progenitores trabajan.

Pero en la mayoría de los casos en los que no hay amigos ni familia a la que acudir no queda otra que apelar a la voluntad de las empresas y a la flexibilidad de los horarios o recurrir a un «mix». EFE



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