Talgo ha retrasado hasta el próximo viernes la presentación prevista para mañana de las cuentas de 2024, que, según ha anticipado a los sindicatos, serán negativos, al tener que provisionar los 116 millones de euros de multa impuesta por Renfe por el retraso en la entrega de los trenes de alta velocidad Avril.
Como consecuencia, Talgo, que está a la espera de que el consorcio vasco liderado por Sidenor, y del que forman parte Finkatuz, Vital y BBK, formalice la toma del 29,77 % de su capital, dando salida de su accionariado al fondo Trilantic, ha avanzado a los trabajadores que no cobrarán la retribución por objetivos que establece el convenio.
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) anunció a principios de la semana pasada paros y movilizaciones en Talgo -que afectarán al mantenimiento y al servicio de 22 líneas ferroviarias- en protesta por dicha decisión que supondrá a los 2.600 trabajadores de la compañía dejar de ingresar 10 millones de euros en variables salariales correspondientes a 2024.
De hecho, los empleados de la planta de Talgo en Rivabellosa (Álava) ya se concentraron el pasado jueves a las puertas de la empresa, para exigir el cobro de la citada retribución, señalando que «no es nuestra culpa que tengas una multa», sino la mala gestión.
El responsable de CSIF en Talgo, Guillermo Andreva, le ha restado importancia hoy al retraso en la presentación de las cuentas anuales que entiende está motivado por algún problema técnico o de tiempo y le habrá resultado imposible a la empresa publicarlos este martes.
«No damos mayor importancia a ello, son tres días que entendemos que no van a influir mucho en el resultado», ha agregado.
Renfe inició el pasado año un expediente sancionador a Talgo por retrasos de más de dos años en la entrega de los trenes correspondientes al proyecto S-106 (Avril), que entraron en funcionamiento en mayo de 2024, y envió al fabricante en diciembre pasado una orden de ingreso para el pago de dicha multa.
CSIF, sindicato mayoritario en Talgo, considera que este retraso «no debe acarrear consecuencias sobre las nóminas de la plantilla y, además, no acepta esta multa millonaria en su totalidad, dado que gran parte de los retrasos se debieron al impacto de la pandemia, el confinamiento y la crisis de proveedores (que causó el retraso en la llegada del material), así como la falta de vías para realizar las pruebas y de maquinistas».
El sindicato asegura que ha solicitado en las últimas semanas una reunión con la presidencia de Renfe «sin recibir respuesta», por lo que se ven «obligados» a convocar protestas en las bases de mantenimiento de los trenes de Talgo y Tarvia (constituida en 2021 por Talgo, con una participación del 51 %, y Renfe, con una del 49 %).
Andreva ha indicado este lunes que el sindicato está trabajando en posibles movilizaciones, siguiendo la línea que se ha marcado desde un inicio y está hablando con los diferentes centros y bases de Talgo para coordinarse con los trabajadores.
No obstante, ha matizado que también quieren dar un tiempo a que ambas empresas, tanto Talgo como Renfe, «se pongan un poco de acuerdo y se sienten y lleguen a una solución, la cual no sea el que los trabajadores tengamos que vernos penalizados con estas decisiones».
Renfe estudia aplazar o fraccionar la sanción
De hecho, Renfe está estudiando aplazar o fraccionar la sanción y «va a hacer lo que esté en su mano dentro del marco legal que tiene como empresa pública -donde no cabe una eliminación de la multa- para que Talgo salga adelante», según explicó el pasado viernes el secretario de Estado de Transporte, José Antonio Santano.
El fabricante de material rodante registró en los nueve primeros meses de 2024 unos ingresos de 497,8 millones de euros, un 5,8 % más que en el mismo período del ejercicio anterior, pero el resultado bruto de explotación, ebitda, se redujo en un 7,8 %, hasta 57,7 millones de euros.
Asimismo, informó entonces de que esperaba que su deuda financiera neta creciera, debido a las necesidades operativas de fondos (proyectos de fabricación en curso), alcanzando un máximo en el ejercicio 2024, antes de estabilizarse en 2025 por debajo de 3,5 veces.
La cartera de pedidos alcanzó los 4.000 millones de euros en el tercer trimestre de 2024 (parte de ellos proyectos de mantenimiento), un importante volumen que requiere de un plan por parte de Sidenor, una vez que tome el control de la compañía, que permita solucionar la falta de capacidad industrial de Talgo para cumplir con sus contratos y evitar nuevas penalizaciones.
En este sentido, Santano destacó que el Gobierno tiene «mucha confianza» en el propietario y presidente de Sidenor, José Antonio Jainaga, que conoce muy bien la industria y sabe «perfectamente» cómo sacar adelante ese importantísimo volumen de pedidos y fabricar todos los trenes previstos. EFECOM