EFE).- La sección sindical de ELA en la planta de Mercedes en Vitoria ha hecho pública hoy su «sospecha» de que hay «complicidad» entre el Gobierno Vasco y la dirección de la empresa para «no abordar el abuso de la eventualidad» en una factoría en la que 2.000 de sus 5.000 trabajadores son temporales.

En una comparecencia de prensa, el representante de este sindicato en el comité de empresa de la planta Igor Guevara ha denunciado la actitud de la dirección y le ha acusado de incurrir en «fraude de contratación», así como de «bloquear el convenio».

Ha subrayado que esta actitud es aún más grave en una empresa que este año prevé alcanzar un récord de producción (un 35 % superior a la anterior marca) y cuyas ventas crecieron en 2015 un 21,6 %, hasta alcanzar los 770,271 millones de euros.

Guevara ha advertido de que la «precariedad en el empleo» es el «punto negro» de los buenos datos económicos de la planta, en la que 2.000 de los 5.000 empleados son eventuales, todos ellos pertenecientes a las líneas de producción.

Ha señalado que las diferencias salariales entre eventuales e indefinidos pueden alcanzar los 400 euros mensuales y que los primeros pueden llegar a hacer jornadas diarias de más de 12 horas.

Ha recordado que ELA denunció esta situación ante la Inspección de Trabajo en julio al considerar que los puestos cubiertos por el personal eventual son «estructurales» y que, por tanto, la empresa comete «fraude de ley».

ELA ha esperado tres meses la respuesta de la Inspección de Trabajo, a la que ha acudido de nuevo ahora para conocer el estado de su denuncia y, según Guevara, les han informado «de que tres meses después no se había hecho nada».

«Que no se haya movido un dedo es síntoma de que a la Administración no le preocupa la precarización o de que no pone los medios adecuados para evitarla. Sospechamos que hay complicidad entre el Gobierno Vasco y la multinacional para no abordar el abuso de la eventualidad», ha defendido.

Ante la «inacción» de la administración competente, ELA ha pedido una reunión con el jefe de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social en Euskadi, Ricardo Mínguez.

De cara a la negociación del convenio, esta central defiende hacerlo desde las mayorías. Por ello, ha pedido que todos los sindicatos «se quiten la careta» y presenten su propuesta en el comité para que todas ellas sean analizadas por la asamblea de trabajadores.

«Si algunos sindicatos (en alusión a UGT) dicen no a todas las propuestas el objetivo que tienen es mantener el bloqueo para chantajear con el empleo regalándole a la empresa un convenio que empeore las condiciones y beneficie a sus firmantes y a la empresa», ha advertido.

La confrontación sindical en Mercedes estalló el pasado mes de mayo tras la destitución del presidente del comité, Iñaki Andrés, de UGT, por parte de ELA, LAB, CCOO y ESK, lo que ha provocado la existencia de dos bloques sindicales.

ELA, CCOO, LAB y ESK tienen 14 de los 27 representantes del comité, mientras que UGT tiene 9 y es la primera fuerza sindical en la planta. EFE



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