Opinión Norte Exprés
El presidente nuevo del Araba Buru Batzar del PNV tiene varios retos que deberá abordar de manera inmediata tras la desidia final de la anterior ejecutiva que acaba hoy con Aguirre a la cabeza.
José Antonio Suso es el encargado de encauzar el futuro de su organización.
Nace con buen pie. Ha sido capaz de aglutinar distintas sensibilidades para evitar disputas internas de antaño. Tiene talante y experiencia en lo político. Y además cuenta con el respaldo y refuerzo del número uno de su partido en cambiar, arriesgar y modernizar estructuras: el diputado general, Ramiro González.
Tres son los retos principales para aprovechar el control institucional y dar continuidad a una formación que siempre tiene altibajos en el Territorio.
Abrirse a la sociedad es el primero. Se trata de un partido muy encerrado en sí mismo en Álava. Todo lo contrario que ocurre en Bilbao donde la preeminencia es absoluta por su tendencia a sumar con la sociedad Bizkaia. Un alto dirigente de la capital vizcaína nos decía esta semana: «lo primero que tiene que hacer es relaciones públicas, incorporarse a Vitoria y Álava, y dejarse de encerrar en los baztokis».
Esta decisión va aparejada a no depender tanto de su partido en Bilbao. No solo eso, sino parecerlo. Ver campañas electorales con miembros vizcaínos permanentemente dice poco de los alaveses. Vienen a que la marca pueda tirar del resultado, porque se fían poco de los alaveses. Sabin Etxea quiere que esto cambie.
Y por último, controlar al alcalde Urtaran. La gestión del primer edil vitoriano está poniendo de los nervios a más de uno en sede nacionalista. Y lo cuentan sin miramientos: «es de los nuestros y le defendemos, pero nos lleva a la derrota electoral en las próximas municipales. No solo en Vitoria, sino que va a arrastrar al diputado general».
Urtaran es el torpedo lanzado a la línea de flotación del PNV por BILDU. No verlo es taparse los ojos.
«Almorranas.» URTARAN Es nuestra almorrana. Nos duele, molesta y jode pero es nuestra almorrana.