El candidato del PNV a la Diputación Foral de Álava, Ramiro González, ha avisado esta mañana que deberá gobernar la institución quien «concite una mayoría más amplia en las Juntas Generales», aunque sin hacer alusión directa al concepto lista más votada.

Es verdad que no siempre gobierna el partido que saca más votos. Hay que recordar que su compañero Alvaro Iturritxa ganó los comicios y no gobernó por un acuerdo entre PSE y PP.

González se ha reunido esta mañana con más de un centenar de responsables económicos de la sociedad alavesa y ha expuesto durante treinta minutos las líneas básicas de su mensaje. Además ha respondido a las preguntas que se le han formulado por escrito.

Durante su intervención ha puesto en valor la trayectoria industrial histórica del Territorio que hay que retomar con parámetros actuales. También ha criticado al Gobierno foral por la «ausencia de una estrategia económica durante la legislatura» y ha anunciado la creación de una mesa económica que tenga como prioridad el crecimiento y la creación de empleo.

Ha recordado el crecimiento del endeudamiento desde 2011 hasta hoy y ha dicho que pasa de 353 millones de euros a 516 en este ejercicio.

Ha apostado por Júndiz, por Foronda y Arasur. Y ha hecho una promesa: construir una plataforma aeronáutica en el entorno del aeropuerto, aunque para eso «necesitamos que esté abierto las 24 horas del día».

González ha criticado a Javier de Andrés por protestar solo ante el Gobierno vasco cuando algo no le gusta y cree que hay que hacerlo también con el Ejecutivo de Madrid. «Yo descuelgo el teléfono y protesto» a Lakua si es necesario.

Por último, ha anunciado que hay que cambiar la Ley de Aportaciones para introducir mejoras que «supongan un impulso para Álava».

 



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