Un total de 14 personas acudieron esta mañana a la Comisión de Empleo y Desarrollo Económico del Ayuntamiento de Vitoria. Entre todos sumaban casi 800.000 euros de sueldos brutos al año (786.000 para ser exactos). Y lo más difícil que han decidido hoy es cambiar el cristal roto de una rampa del Casco Viejo. Menos mal que solo es el trabajo de hoy.
Básicamente, así funcionan las comisiones municipales. Un órgano de debate que solo sirve para tener a los ejecutivos (concejales y directores) entretenidos media mañana sin dedicarse a ser operativos en la solución de los problemas ciudadanos. Con diez puntos en el orden del día de la citada Comisión, la conclusión es que hay un cristal roto en una rampa mecánica y que se va a cambiar.
El resto, debates sin nivel, sin chicha. Vacíos. Análisis políticos con poco peso.
Mejor harían los 14 representantes en estar en su despacho atendiendo ciudadanos o resolviendo problemas en la calle, que situándose frente a periodistas que bostezaban.
El sistema está montado así, pero hay que cambiarlo. Una empresa privada no se permitiría tamaño despropósito. Las comisiones se organizan para llamar la atención a la prensa y los del cuarto poder se aburren. Algo falla.
Por el citado evento han pasado tres tenientes de alcalde, dos portavoces de grupo, seis concejales, una letrada y dos directores.
Han debatido sobre el paro y el comercio minorista (sin llegar a nada), sobre los desperfectos de las rampas mecánicas del Casco (arreglando un cristal), sobre el parking gratuito en navidades…
Mención aparte es la pareja de pelea que hay entre Garnica y Melgosa. Son los protas de muchos momentos. La concejal nacionalista está claro que se lo curra, pero de nivel anda escasa. No se ordena, se lía, no le entiende ni dios, y ha llegado a poner nervioso a su jefe Gorka Urtaran más de una vez. Todo aderezado con chiquilladas, que si es mi turno, que no me corten, que usted a los suyo… Menos mal que Belandia, ha puesto orden desde su presidencia de la Comisión más de una vez. Menos mal, porque aún podíamos estar allí hablando de cristales rotos.
A ver si a alguno de esos 14 se les ocurre ocurre echar pegotes de brea para arreglar los baches de media ciudad.
Alucino que algo tan simple, rápido y barato de solucionar no se haga de inmediato.
Es espectacular el cúmulo de noticias desgarradoras respecto a nuestra Administración municipal y provincial y no vamos a ir a las autonómicas ni a las nacionales. Verdaderamente alucinante. Y no les da ni pizca de vergüenza que es lo curioso a la vez que grotesco.