Miren Larrion ha apostado por construir el futuro de Vitoria-Gasteiz y de Euskal Herria sobre la memoria y la justicia. Larrion ha tomado la palabra en el acto en homenaje a los trabajadores asesinados en la masacre del 3 de marzo de 1976 en Zaramaga. “El 3 de marzo, desde la Plaza 3 de marzo quiero recordar a Pedro, Francisco, Romualdo, Jose y Bienvenido. Quiero recordar a todas las personas que durante todas estas décadas han luchado. Y a los que luchan. Quiero rceordarlos porque no quiero olvidar. Quienes luchamos por cumplir nuestros sueños, no podemos olvidar”, ha afirmado la portavoz de EH Bildu.

Según ha explicado Larrion, la masacre de Zaramaga “3 de marzo de 1976, la policía española que provocó una masacre en esta iglesia de Zaramaga no atentó contra los miles de trabajadores que se reunían aquí. Atentó contra toda una ciudad, atentó contra la libertad y los derechos. Atentó, en definitiva, contra toda la sociedad”. Por ello ha denunciado que los asesinatos sigan impunes, que no haya habido para estas víctimas ni verdad, ni justicia, ni reparación. “Tres conceptos tan evidentes para la sociedad pero tan difíciles de asumir por los herederos del fanquismo”, ha sentenciado. Por eso, Larrion ha anunciado que EH Bildu apoya llevar el caso a los juzgados.

Olor a cambio

Larrion ha señalado también que “hoy hace 40 años, esta plaza olía a gases lacrimógenos; olía a los disparos de la policía; olía a miedo; no tenía color, era gris; olía a sangre de cientos de trabajadores y trabajadoras… Pero también olía a esperanza, a un nuevo tiempo de libertad donde se respetasen los derechos civiles y laborales de todas las personas. Olía a cambio. Y hoy, 40 años después, esta plaza del 3 de Marzo huele a cambio”. La portavoz ha recordado que quienes intentaron para el movimiento por el cambio entonces “son los mismos que hoy nos imponen la reforma laboral, la ley mordaza, los recortes en sanidad, educación o los servicios sociales básicos”.

Por ello, Miren Larrion ha añadido que “son los mismos que hoy condenan a la pobreza a miles de personas, precarizan nuestros empleos, llenan las lista de espera de los hospitales… Son los mismos que a día de hoy utilizan todas las herramientas a su alcance para impedir que nada cambie”. Por ello, ha apostado por extender “la flor, el anhelo de cambio, de Gasteiz y Nafarroa a toda Euskal Herria” ya que “somos miles quienes han trabajado y trabajan por ello”.



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