A finales de los 90 Vitoria-Gasteiz aparecía sistemáticamente entre las ciudades españolas donde más caro resultaba acceder a una vivienda. En una ciudad con gran cantidad de suelo disponible, había una razón fundamental para que el metro cuadrado resultase tan caro: la política urbanística del Ayuntamiento.

Líos con el consejero

El entonces consejero vasco de Vivienda, Patxi Ormazabal, llegó a calificar de “desorbitada” la tendencia al alza del precio de los pisos en la capital alavesa. Por ejemplo, según los datos del Ejecutivo, el metro cuadrado de los pisos libres nuevos en Vitoria subió un 72% de 1997 a 1998. Adquirir uno costaba en Vitoria una media de 38 millones de pesetas, por los 32 de San Sebastián y los 21 de Bilbao.

El Ayuntamiento cuestionaba siempre los datos ofrecidos por el Gobierno vasco. Cuerda siempre mantuvo que las viviendas tenían un precio inferior a 15 millones porque la mayoría eran protegidas.

Algunos constructores acusan a Cuerda de “permitir edificar sólo cuando necesitaba fondos para construir un centro cívico”. La realidad: los jóvenes no podían comprar.

Plan de choque

Es cierto que Cuerda llegó a un acuerdo con los propietarios de terrenos en Salburua y Zabalgana, para municipalizar 6,2 millones de metros cuadrados de suelo. La presión de los jóvenes que no podían irse de casa de sus padres empezaba a ser ya insoportable. Pero tuvo que llegar Alfonso Alonso en el 99 para sacar adelante (con el apoyo del PSE) un plan de choque para
construir 11.014 viviendas en esa primera legislatura de la democracia sin Cuerda al frente del Ayuntamiento.

Datos oficiales

Si consultamos las cifras del Eustat en la segunda mitad de la década de los 90 vemos que en Vitoria el metro cuadrado superaba con mucho el precio medio en Euskadi, (2.084 euros frente a 1.490 euros en el 98).

A partir del 2000 la situación se invier te y los precios se mantienen por debajo de los de las otras capitales vascas, tanto en VPO como en vivienda nueva. Hay que esperar hasta 2003 para ver como también la vivienda libre usada sale más barata
en Vitoria que la media vasca.

El resto es historia. Un acuerdo que unió a todos los grupos políticos municipales y que cambió la ciudad por completo. Llegaron los nuevos barrios, se ofertó VPO prácticamente a todo el mundo que la demandaba y se ajustó el precio del metro cuadrado en la capital.



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