Hasta hoy los movimientos públicos tras los resultados electorales colocaban cualquier opción menos la de Miren Larrion, líder de EH Bildu, como posible alcalde o alcaldesa de la ciudad. Las miradas estaban puestas en Gorka Urtaran del PNV. Ya no es así. Ha cambiado el escenario.
Y esta nueva situación se ha ido construyendo en las últimas horas dentro de un sector importante de la izquierda abertzale, según nos confirman ellos mismos a Norte Exprés. Esas mismas fuentes nos cuentan que hay gente en la formación que no está de acuerdo con regalar los votos al PNV y creen que debe ser al revés, puesto que el resultado es el que es.
De hecho, las propias redes sociales ya reflejan la cuestión. El hastag #mirenalcaldesa se lanza ahora mismo, mientras que ayer abundaba el #gorkaanímate.
Todo tenía que ver con la oferta de la propia Larrion de dar sus 6 concejales a cualquier otro partido con el único objetivo de echar a Maroto del sillón presidencial.
Pero esta mañana crecen las voces de quienes piensan que debe ser ella quién lidere la alternativa al PP. No dar sus voto, sino reclamárselos a los demás. De hecho, cuenta con la sintonía de Irabazi y Podemos (Sumando Hemen-Gaude) en Vitoria. Solo faltaría que apoyara el PNV a esta terna para lograr su objetivo.
Ya era hora de que la lógica entrara en las negociaciones: si se quiere echar a Maroto debe ser la segunda quién lidere la plancha y no terceros o cuartos partidos. Lo contrario son maniobras de repartos de sillones. Los ciudadanos han hablado y han dicho que gana Maroto, pero si tiene que existir una alternativa, han votado que la lidere Larrion. Un poco de respeto a la voluntad ciudadana.