(EFE).- El cineasta vitoriano Juanma Bajo Ulloa ha reconocido hoy que la mitad de las películas de ficción le aburren, le cansan, algo que no le ocurre con los documentales, un género cultural en el que casi todo «suele ser digno de ser visto».
Bajo Ulloa presenta en la III Semana de Cine Documental Vasco que se celebra entre el 23 y el 28 de este mes en Vitoria su documental «Rocknrollers», un encargo del Azkena Rock Festival y un homenaje a la importancia de la cultura del rock en la sociedad.
Este trabajo del realizador vasco es uno de los seis documentales que se proyectarán la próxima semana dentro de esta cita que por tercer año organiza la Fundación Vital.
La Semana de Cine del Documental Vasco ha sido presentada hoy por la directora de la Fundación Vital, Josune Albizu, y su coordinador, Txus Ruano, durante una rueda de prensa en la que han participado Juanma Bajo Ulloa y Katixa Silva, productora de «Baskavigin, la matanza de los balleneros vascos», que se proyectará el lunes.
Bajo Ulloa ha opinado que a veces es difícil catalogar a algunas películas de ficción en la cultura, pero el documental, ha señalado, sí que es normalmente cultura porque relata historias humanas y apasionadas que están conectadas con la historia de un país o de un pueblo.
Ha reconocido que la cultura es un ámbito en el que cada vez la gente está menos interesada, lo que provoca que los documentales no sean rentables ni se puedan ver en salas comerciales.
Sobre «Rocknrollers», el cineasta vitoriano ha explicado que es un documental en el que se refleja su pasión por el rock en el que se da voz a las estrellas, a los técnicos y al público, y ha avanzado que su intención es seguir ejecutando proyectos documentales.
La III Semana de Cine Documental Vasco reúne a los mejores documentales dirigidos por profesionales vascos, que se proyectarán en el Aula Fundación Vital con entrada gratuita.
La cita arranca el 23 con «Baskavigin, la matanza de los balleneros vascos», del realizador Aitor Aspe. En este documental se retrocede hasta junio de 1615 y se relata la matanza de 31 balleneros vascos en las costas de Islandia.
El martes 24 será el turno de «El último verano», de Leire Apellániz. La cinta muestra cómo cada noche de verano, en algunos pequeños pueblos alejados de las capitales, vecinos y veraneantes se acercan a las plazas para asistir a proyecciones de cine al aire libre.
Un día después el festival acogerá el documental «Voces de papel», en el que la directora Estíbaliz Urresola cuenta cómo París es la ciudad que mejor representa el exilio sufrido por el lehendakari José Antonio Aguirre.
El jueves se ha reservado para el documental de Bajo Ulloa y el viernes el público podrá ver «Pedaló», de Juan Palacios, en el que se cuenta cómo tres amigos se proponen navegar 150 kilómetros en un pedaló de segunda mano, en un viaje que se convierte en una locura.
La Semana del Documental concluirá el sábado 28 con «En tránsito», del realizador Oskar Tejedor, que aborda las realidades de miles de madres latinoamericanas que viajan solas a Europa para encontrar una estabilidad económica.
Jo, Juanjo, el problema es la falta de imaginación y, sobre todo, la escasa calidad de las películas por culpa de la escasa formación técnica de la mayoría de los directores, actores/actrices y medios, al menos en España, que hacen muy poco creíbles las historias, con falta de ritmo, malísimos attrezzos y espantoso sonido y expresividad de la mayoría de intérpretes, sincronización músical, etc de los equipos. ¡Lo siento!
Y a mí no me gustan las tuyas, y sin embargo te las subenciono