La ciudad autónoma de Ceuta y Amnistía Internacional (AI) han mostrado su apoyo a la propuesta de reparto de menores migrantes no acompañados que el presidente de Canarias, Fernando Clavijo, y el lehendakari, Imanol Pradales, han remitido al resto a autonomías.
La portavoz del Ejecutivo vasco, María Ubarretxena, ha dado a conocer este miércoles estos dos respaldos recibidos hasta ahora y ha explicado que se busca también el de más organizaciones no gubernamentales.
Ha asegurado que en la Conferencia de Presidentes celebrada en Santander estos planteamientos lograron también el apoyo de otras autonomías, aunque este por el momento no se ha recibido como respuesta a la carta enviada por Clavijo y Pradales al resto de mandatarios autonómicos el pasado 2 de enero.
En la comparecencia de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno Vasco, Ubarretxena ha insistido en que la propuesta recoge soluciones posibles. «Es posibilista. Es un reparto justo y se puede hacer», ha planteado.
El texto urge a aplicar de forma efectiva la solidaridad y corresponsabilidad territorial y en él Euskadi y Canarias defienden la activación de un mecanismo extraordinario que permita la distribución de menores migrantes no acompañados entre las autonomías y garantice sus intereses superiores.
Abogan por un modelo de distribución basado en cinco indicadores, población total, población acogida (media de menores acogidos por cada cien mil habitantes en los últimos seis meses), PIB per cápita, desempleo y solidaridad (número de menores acogidos en los últimos cinco años). EFE
Muy bien, buscando aplausos fuera del País Vasco. Ya que no los busca aquí. Cuando los de fuera te aplauden… malo para los de casa. ¿Quién le paga su sueldo? ¿Para qué? ¿Para contentar a los de fuera?
El que los ONGetas y vividores del cuento de AI apoyen el acuerdo lo deslegitima. Seguro que sacan tajada.
En ajuria enea caben unos cuantos.
El lendacari quiere deshacerse de unos cuantos menas, pero el resto de autonomías tampoco los quiere. Esta claro que los menas generan situaciones que nadie desea, pero las autoridades no se atreven a decirlo claro.
El que quiera, que acoja a los menas en su casa y se responsabilice de ellos, pero que no intente obligar a los demás a hacer lo que él no hace.