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Cáritas de Álava ha alertado del aumento del número de personas que viven en la calle (200 en Vitoria) o en «precariedad habitacional» porque cuando se logra acceder a una vivienda aparece el «hacinamiento» al compartir una única habitación varias personas, muchas veces de una misma familia.

Así lo ha explicado el secretario general de Cáritas, Ramón Ibeas, en una rueda de prensa para hacer balance provisional de 2024 y avanzar las líneas de trabajo para 2025, en la que también han participado el obispo, Juan Carlos Elizalde; la directora de la entidad, Maite Sebal, y el delegado episcopal, Javier Querejazu.

La vivienda se ha convertido este año en la actividad más importante para Cáritas, que destina el 70 % de las ayudas directas que ha dado entre enero y noviembre a necesidades relacionadas con la vivienda. Así, la cuantía total de las ayudas asciende a 438.000 euros y la vivienda se lleva 250.000 de esa cantidad.

Ibeas ha explicado que los recursos institucionales para atender a las personas que tienen problemas para acceder a una vivienda «no acaban de responder a las nuevas necesidades» porque están pensados para hombres transeúntes pero eso «ya no es lo más perentorio».

Ahora es necesario dar respuesta a familias enteras, ha continuado Ibeas, que ha alertado de que «se está empezando a ver a niños en situación de calle».

Por detrás de la vivienda, las personas que acuden a Cáritas piden sobre todo ayudas para comprar ropa, alimentos y cubrir otras necesidades básicas, y también para hacer frente a situaciones que «rompen la caja» del hogar como por ejemplo la rotura de un electrodoméstico.

En los once primeros meses del año Cáritas ha ayudado en Álava a 3.516 unidades familiares. El perfil de las personas atendidas se corresponde con el de una mujer migrante. Las mujeres que acuden a Cáritas son mayoritariamente de América del Sur y los hombres del norte de África.

De cara a 2025 la entidad alavesa -que ha recaudado 332.000 euros para ayudar a las zonas afectadas por la dana- se centrará en tres aspectos, según ha explicado Maite Sebal.

El primero será la vivienda, donde se quieren reforzar las ayudas y abrir una nueva vivienda en Vitoria para poder acoger a más personas. Asimismo se abordará una reflexión para mejorar la atención a las personas sin hogar.

El segundo ámbito de actuación pasa por intensificar la actividad formativa en la zona rural y el tercero por prepararse y estar listos para ayudar cuando se reforme el reglamento de la Ley de Extranjería, que puede beneficiar a personas en situación irregular. EFE

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