Hay que reconocer que lo de Ángel Lamelas tiene mérito. No para. Es un sin vivir. No sabemos de donde saca tanta gasolina. Mercedes, la Asociación de Vecinos, los amigos, la familia, los eventos de su barrio, aguantar al alcalde… Ahora se ha metido a jardinero y bombero.
No sabemos si por responsabilidad ante la vergüenza de los jardines en Vitoria-Gasteiz que el Ayuntamiento mantiene como un estercolero.
La realidad es que ayer, Lamelas se puso la responsabilidad por bandera, y en las hogueras de San Juan, en Arraiga, cogió la manguera, se quitó los zapatos, y comenzó a tirar agua junto al fuego para evitar que las llamas pudieran extenderse en algún momento.
Lo dicho, por responsabilidad. Un aplauso. Lo mismo organiza el evento, que se remanga para evitar problemas.
perejil de todas las salsas