(EFE).- El ex regidor-presidente del concejo de Arechavaleta (Vitoria) Miguel Acedo ha asegurado hoy que todo el dinero que sacó de la cuenta que esta institución tenía en una entidad bancaria fue para sufragar gastos vinculados con esta localidad y que la mayoría de los pagos se hacían en mano.
Acedo ha sido juzgado hoy en la Audiencia Provincial de Álava acusado de haber dispuesto a su favor o de terceros entre 2004 y 2014 de 545.454 euros provenientes de la venta por parte del concejo de una finca a una promotora por 1,5 millones.
El Ministerio Público ha pedido 6 años de cárcel al considerar que Acedo cometió un delito continuado de apropiación indebida con la agravante de prevalecerse del carácter público que tenía cuando cometió el delito, mientras que la defensa ha pedido la absolución.
Durante el juicio, que ha quedado visto para sentencia, el acusado ha argumentado que en esa parcela se iba a construir un centro cívico, pero que el proyecto no salió adelante y que el concejo «decidió» gastar el dinero en actividades para Arechavaleta, que cuenta con una población de unas 300 personas y en la actualidad ha sido asimilado por Vitoria.
Ha relatado que durante diez años se organizaron diversos viajes -entre ellos a Eurodisney y Málaga- y que se subvencionaron actividades lúdicas, deportivas y formativas para niños y mayores.
También ha hablado de las «potentes» fiestas de la localidad, donde se montaba una carpa de 500 metros cuadrados y una moqueta y actuaron, entre otros, «Marianico el Corto», «Mari Carmen y sus muñecos» y los «Hermanos Calatrava».
Ha explicado que él era el único titular de la cuenta bancaria porque «siempre» había sido así en el concejo y ha añadido que no se presentaban las cuentas a la Diputación de Álava para recibir así la totalidad del Fondo Foral de Financiación de las Entidades Locales (FOFEL) porque «había dinero» y la entidad foral tampoco cumplía con ellos.
Ha argumentado que la mayoría de los pagos los hacía en mano y ha justificado que algunos de los reintegros se hicieran de noche porque en ocasiones tuvo que pagar cenas de jubilados.
Sobre la ausencia de facturas, Acedo ha indicado que una parte se quemaron en un incendio en la oficina del concejo en 2008 y otra desapareció en un robo en 2013 en la asociación deportiva donde se había trasladado la documentación que quedaba.
En la vista también ha declarado el actual presidente del concejo de Arechavaleta, quien ha asegurado que solicitó a la junta saliente la documentación contable sin que se la facilitaran, ha añadido que no es normal sacar dinero de los cajeros con tarjeta, que la cuenta del concejo debe ser mancomunada y que en la actualidad los gastos de la entidad al año rondan los 4.000 euros.
Otro vecino de la localidad ha reconocido que el imputado le solía dar dinero en mano para cubrir gastos relacionados con actividades o con la organización de las fiestas y que hubo veces en las que se quedó con las vueltas y otras en las que «con alguna cervecita de más» se le olvidó el recibo.
En varios momentos el presidente del tribunal ha preguntado a los diversos testigos que han pasado por la vista si sabían de «dónde venía ese maná» y ha pedido aclaración sobre las «espectaculares» fiestas y los «pintxos a lo lindo» a cargo del concejo.
El fiscal ha recordado que en 2004 la cuenta del concejo contaba con 1,5 millones de euros y que cuando Acedo dejó el cargo en 2014 quedaban 167 euros.
Ha recordado que el acusado no tuvo un trabajo estable mientras fue presidente del concejo, ha subrayado que no presentaba el libro de cuentas en la Diputación, ni justificantes de los reintegros que hacía y le ha acusado de vivir diez años «del dinero» del concejo a unos 2.000 euros al mes, lo que le ha permitido llevar un buen nivel de vida «sin excesos».