Esta noche a las 21 horas, el mítico restaurante vitoriano El Felipe cerrará sus puertas para siempre. La familia de Felipe Luzuriaga no volverá a atender a sus clientes detrás de la barra o en las mesas del comedor. Tras más de 56 años ha llegado la hora del adiós.
Inaugurado en verano de 1958 en el Resbaladero se convirtió en un icono de la hostelería alavesa por su trato y buen hacer, que ha sido capaz de mantener durante décadas. En 1988 se trasladó a su actual ubicación en la calle Fueros, esquina Manuel Iradier.
El cierre definitivo de la persiana será hoy a las 9 de la noche tras el tradicional cántico de ´La Cirila´, una canción de los años 20 que cada 31 de diciembre reúne en el local y en la calle (no cabe todo el mundo en el interior) a decenas y decenas de personas que se felicitan el año nuevo momentos antes de comenzar la cena de nochevieja.
Por ese motivo, José Luis Luzuriaga, hijo del fundador, ha editado un folleto que tiene la letra de la canción para facilitar las últimas rimas.
Atrás quedará su excelente servicio, y cómo no, sus platos típicos: las banderillas de bonito, los chipis, el san jacobo, la menestra, los potajes, la ensaladilla rusa… Hace falta un libro para recordar aromas y sabores. Pero sobre todo para agradecer un estilo de atención único en la capital. El de la sinceridad y profesionalidad. De todos los que componen esa gran familia.
Ahora a descansar, y quien sabe, quizá haya en breve un relevo en el local como pretende José Luis, pero no será con la familia de Felipe, y por tanto, no será lo mismo.
Gracias amigos.







