Veinticuatro minutos de intervención, humo, y un despliegue de recursos públicos de emergencias para ventilar lo que no fue más que un desayuno fallido. Las castañas, quemadas en el microondas, lograron lo que muchos no consiguen: Movilizar a los bomberos de Vitoria-Gasteiz en plena mañana.
La escena, digna de una tragicomedia urbana, pone sobre la mesa un debate cada vez más incómodo: ¿estamos usando los servicios de emergencia como si fueran atención al cliente?
Mientras los mayores esperan ayuda real y las incidencias graves compiten por atención, el sistema responde con eficacia… a las castañas.
Y ABRIR LAS VENTANAS?
Desde el Departamento de Seguridad Ciudadana se confirma que no hubo daños, ni materiales ni personales. Solo humo, olor a otoño quemado y una vivienda que se ventiló “de forma natural”.
Lo que no se ventila tan fácilmente es el uso desproporcionado de recursos públicos para lo que, en otros tiempos, se resolvía con abrir la ventana y maldecir en voz baja.
ES DE VERGUENZA.
Recordamos historias:
Llevan una racha… No es la primera vez. Ejemplos:
- ¿Vacile a los bomberos de Vitoria? ¡Desaparecen las víctimas!
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Vitoria: Despliegue policial y de bomberos ¡Estaba lijando suelos!
- ¿Cachondeo? Bomberos de Vitoria hacen de fontaneros
- Vitoria: ¿Es serio? Emergencias por un inodoro y una gotera
- Otra de fontaneros para Bomberos de Vitoria ¡Vergonzoso!
