El Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz advierte sobre un nuevo brote de botulismo aviar detectado en el parque de Salburua. En concreto, se han localizado hasta el momento un total de 32 aves fallecidas como consecuencia de esta enfermedad causada por la ingesta de la toxina que produce la bacteria Clotridium botulinum.
Es importante recordar que se trata de una intoxicación alimentaria que no afecta a las personas y que la detección temprana permite un mejor control del brote. “Quiero trasladar la máxima tranquilidad a la población porque se trata de una enfermedad que afecta exclusivamente a las aves y que no es contagiosa para el ser humano”, explica el coordinador general de Urbanismo y Medio Ambiente, Álvaro Iturritxa.
En 2014 ya se produjo un episodio parecido que afectó a un total de 791 aves. Por eso, el servicio de vigilancia del Anillo Verde ha realizado este año prospecciones periódicas en Salburua con el objetivo de detectar esta enfermedad. Gracias a este seguimiento, el 6 de julio se recogió una gaviota patiamarilla muerta. Cuatro días después, el 10, los análisis realizados en los laboratorios de referencia del Gobierno Vasco (a través de Neiker) confirmaron que este ave había fallecido por botulismo aviar.
A partir de este caso, se ha activado el correspondiente protocolo de coodinación entre el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz y la Diputación Foral de Álava para detectar y retirar todas las aves que pudieran aparecer afectadas por el brote. Hasta el día de hoy, el problema parece confinado exclusivamente a la Balsa de Arkaute en Salburua, donde se han retirado 32 aves muertas, todas ellas acuáticas.
El principal medio para combatir la mortandad es la retirada del máximo número de cadáveres y aves enfermas de las zonas afectadas. Y en este sentido, si cualquier persona observa aves muertas o con comportamientos extraños (alas caídas, dificultad para mantener la cabeza erguida, etcétera), se ruega que no la manipule y que comunique lo visto a la Policía Local (092) para proceder a su retirada. La aparición de la bacteria suele coincidir durante los meses estivales, momento en el que se dan las condiciones de temperatura o del estado del agua que permiten su desarrollo.
De las 791 aves afectadas en 2014, 133 fueron recogidas vivas. Recibieron tratamiento en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de la Diputación y hasta 52 ejemplares pudieron ser liberados al medio natural completamente recuperados.