En un escenario económico complejo, donde competir con los grandes equipos del continente es cada vez más complicado, el presidente baskonista pretende conformar un nuevo Baskonia que, desde el trabajo y la implicación como señas de identidad, pueda aspirar a estar lo más arriba posible.
Saski Baskonia trabaja ya desde algunas semanas en la planificación de una nueva temporada en la élite del baloncesto nacional y continental. Tras concluir una temporada complicada, en la que el equipo ha finalizado sexto en la Liga Endesa, acarició la clasificación para el Top8 de la Euroleague y en la que quedó fuera de la Copa del Rey, el trabajo se centra ya en una nueva campaña en la que la coyuntura económica condiciona pero en la que el trabajo se va a intensificar para tratar de estar lo más arriba posible.
Josean Querejeta reconoce “que ha sido una temporada muy difícil. En el deporte a veces hace falta tener un punto de suerte y nosotros este año no la hemos tenido”. Tras iniciar la campaña “con mucha ilusión, con un entrenador nuevo, un entrenador que venía de hacer un gran año en Italia, clasificando a su equipo para la final de la Lega”, las cosas no salieron como estaba previsto. “Es cierto que no tuvimos suerte, no funcionó”, asume el presidente azulgrana, quien apunta que un comienzo con muchas lesiones no ayudó. “El equipo empezó con algunos jugadores en sus selecciones que llegaron tarde, algunos como Shengelia, lesionados. La filosofía del nuevo entrenador nos llevó a traer jugadores americanos porque quería tener un nivel competitivo alto en los entrenamientos. Eso hizo que por las lesiones, tuviéramos que mantener algunos de esos jugadores en la plantilla y no empezamos bien”, asume.
En un balance más global, Querejeta reconoce que Baskonia lleva “dos años complicados y difíciles, porque la de hace tres años no fue una mala temporada para nosotros, y es verdad que tenemos un escenario diferente, un escenario en el que competir con los equipos de fútbol es prácticamente imposible, todas las finales los últimos años la juegan ellos”. La diferencia presupuestaria hace que “en Europa nos sucede prácticamente lo mismo porque a estos equipos de fútbol se suman los grandes equipos europeos con presupuestos que triplican los nuestros y eso hace que, para competir con ellos, tengamos que trabajar más y tengamos que acertar más, cosa que hay que reconocer que quizá en los últimos tiempos no hemos hecho tanto” asume. La solución pasa por “sabiendo las dificultades que tenemos, por trabajar más y acertar más para competir”, asegura.
La crisis económica ha sido un factor determinante en el devenir del club baskonista, pero no el único. “En los últimos tiempos, quizá requeridos también por las instituciones, hemos hecho un trabajo importante en el Alavés, tenemos una ciudad deportiva que estamos sosteniendo porque entendemos que es una apuesta patrimonial de cara al futuro muy importante y luego tenemos Saski Baskonia además de la Fundación 5+11”. El escenario es complejo, al igual que en el resto de empresas, debido a “las dificultades en los derechos de televisión, dificultades en los patrocinios… En definitiva, dificultades porque hay una crisis generalizada”. Pero eso no ha sido obstáculo para que el club haya “sacado adelante todos los compromisos que hemos ido adquiriendo, hemos pasado las dificultades que tienen las empresas de nuestro tamaño y esperamos seguir trabajando para sostener toda laapuesta tan importante como grupo que hemos hecho en estos últimos años”, confía.
