EFE).- El grupo municipal del PP en el Ayuntamiento de Bilbao ha emplazado hoy al equipo de Gobierno del mismo (PNV-PSE/EE) a elegir entre los «Pichis» y los vecinos en el conflicto que mantiene el clan familiar del citado nombre con el resto de habitantes del barrio bilbaíno de Ollerías.
Los concejales del citado grupo, con su portavoz, Jose Luis Eguiluz, al frente, han visitado hoy la zona del conflicto para expresar su apoyo a los vecinos que desde hace una década sufren las agresiones e intimidaciones de los miembros del clan familiar conocido como los «Pichis».
El portavoz «popular» ha insistido, en declaraciones a los medios tras la visita, que «el Ayuntamiento tiene que elegir entre permitir que una situación emponzoñada continúe o que los vecinos tengan derecho a una vida normal y entre que unos menores se vean abocados a una vida de delincuencia o a que sean ciudadanos perfectamente insertados en una sociedad normal».
Eguiluz ha reconocido el esfuerzo del Ayuntamiento para adoptar medidas para intentar resolver el problema pero, ha agregado, los vecinos les trasladan que la situación «sigue sin ser normal».
Por ello ha considerado que el Ayuntamiento «debe cambiar» su actitud ante este conflicto y decidir «si apuesta por los ‘Pichis’ o por los vecinos».
«Nosotros apostamos por los vecinos -ha subrayado-, y por ello planteamos cuatro acciones para solucionar el problema».
La primera es «replantearse toda la política municipal de estos años en relación a los ‘Pichis’, como por ejemplo las ayudas sociales, las medidas urbanísticas, etc».
La segunda, «poner a disposición de los vecinos afectados los servicios jurídicos del Ayuntamiento, ya que los vecinos que se ven acosados no tienen porque poner recursos económicos para defenderse judicialmente».
Propone también revisar si «la lonja de Ollerías en la que vive la familia, compuesta por 10 adultos y 16 menores, reúne las condiciones mínimas de habitabilidad, teniendo en cuenta que el local tiene una superficie de 50 metros cuadrados».
«Y si no reúne las condiciones idóneas, retirar la célula de habitabilidad a ese espacio», ha mantenido.
Propone, por último, «reclamar una mayor presencia policial e instalaciones de cámaras de vigilancia en la zona porque lo que no puede ser es que la ‘anormalidad’ sea lo cotidiano en la convivencia de este barrio y que un grupo pequeño de personas condicione la vida de centenares de vecinos».
Tras indicar que «este tipo de gente no tiene cabida en Bilbao», ha recordado la reacción del Ayuntamiento de Vitoria, también gobernado por el PNV, ante el traslado a esa ciudad de dos miembros del citado clan familiar, cuyo alcalde ha dicho que «esos individuos no tienen cabida en una ciudad como la capital alavesa».
«Si no tienen cabida en una ciudad como Vitoria -se ha preguntado-, porqué si tienen cabida en una ciudad como Bilbao».
«En Bilbao tampoco tienen cabida», se ha respondido y agregado que «habrá que buscar las vueltas y utilizar todos los medios a nuestro alcance para que aquí tampoco tengan cabida y preservar el normal discurrir de la vida cotidiana de los vecinos de la zona», ha concluido.