Opinión por Álvaro Martínez
La mañana va caliente en el Ayuntamiento de Vitoria. El PNV denunciaba el gasto de ocho millones de euros en una infraestructura que no se va a utilizar para el fin con el que se ideó. El depósito de tormentas de Yurre va a dar juego en los próximos días.
Esta infraestructura estaba destinada, entre otra cosas, a capturar y recoger agua de lluvias para evitar inundaciones, y para retirar las más contaminantes.
Tras la denuncia nacionalista (ver información anterior), el PP se ha apresurado a buscarle una nueva utilidad, no vaya a ser que los ciudadanos pensemos que los 8 millones de euros de coste no sirven para nada.
La propuesta del Equipo de Gobierno es usar la infraestructura para el riego de las explotaciones agrarias del proyecto Basaldea. ¿Y qué es esto? El desarrollo de un proyecto ecológico de carácter agrario en la zona de Abetxuko.
O sea, regar huertas. En cristiano.
No sé muy bien cuales serán los productos escogidos por los participantes en el proyecto agrario. Lechugas, tomates, patatas… Lo único que ya se es que serán los más caros del mundo, al menos en su génesis.
Esperemos que no los vendan a coste, porque las carteras de los vitorianos se pondrían a temblar.
Bromas a parte, esta situación de gasto tan importante requiere muchas más explicaciones que un comunicado anunciando el riego de huertas. Explicaciones y asunción de responsabilidades, si fuera necesario.