La economía vasca caerá este año un 10,1 %, más de lo que había previsto el Gobierno Vasco antes de verano cuando estimó que el Producto Interior Bruto (PIB) se desplomaría un 8,7 %, lo que provocará la pérdida de unos 30.000 empleos y la subida de la tasa de paro hasta el 11,2 %, dos puntos y medio menos de lo previsto.
El consejero de Economía y Hacienda del Gobierno Vasco, Pedro Azpiazu, ha dado a conocer este viernes las nuevas previsiones macroeconómicas para la comunidad autónoma marcadas por la pandemia de la covid-19, que ya dejó un caída interanual del PIB vasco en el segundo trimestre del año del 19,5 %.
Las nuevas previsiones del Ejecutivo de Vitoria contemplan además una «intensa recuperación» del PIB el próximo ejercicio, del 8,9 %. Este fuerte aumento de la actividad económica en 2021 es superior al estimado hasta ahora por el Gobierno Vasco, del 6,7 %.
Azpiazu ha explicado que este año se producirá la mayor caída de la economía vasca de las últimas décadas y ha augurado que no retornará al nivel de crecimiento conseguido el año pasado antes de 2022.
En cuanto al empleo, se estima que cerca de 30.000 vascos perderán su empleo, lo que aumentará la tasa de paro del 9,8 % con la que se cerró el ejercicio pasado hasta el 11,2 %. Hasta ahora el Gobierno Vasco estimaba que el desempleo se iba a situar en el 13,7 % a finales de este ejercicio.
Para el próximo año el Ejecutivo autonómico confía en que la tasa de paro descienda hasta el 10,7 % y que se creen unos 15.100 empleos, la mitad de los que se destruirán este año.
Azpiazu ha recordado que unos 188.500 trabajadores vascos han estado afectados por un ERTE y que más de la mitad se concentraban en tan solo tres ramas de actividad, industrias manufactureras, hostelería y comercio, aunque a finales de agosto ya habían vuelto a sus puestos de trabajo el 80 % y quedaban en expedientes temporales poco más de 30.000 personas, con la hostelería como uno de los sectores más afectados.
A la vista de que para el próximo año se espera una fuerte recuperación de la actividad, el consejero, «como recomendación general», ha pedido a las empresas que se destruyan el «menor número posible de empleos» este año y que, en la medida de lo posible, las decisiones se adopten con el «máximo consenso» con los trabajadores.
En este 2020 será la industria el sector más perjudicado por la pandemia, ya que tendrá una pérdida de su valor añadido del 14 %, aunque los servicios, con un descenso del 9 %, y la construcción también sufrirán «notablemente».
El consumo se verá reducido en un 7,9 % este año, debido a que el de las familias se contraerá un 10,8 %, tres décimas más de lo previsto, y el de las administraciones públicas subirá un 3,1 %, debido a las necesidades surgidas en materia de sanidad, educación y servicios sociales durante la pandemia. Este último porcentaje es dos puntos inferior a lo que había estimado el Gobierno Vasco en junio.
En el rebote previsto para 2021 la demanda interna aumentará un «inusual» 7,7 % y el saldo exterior apoyará con siete décimas la reactivación de la economía. El consumo privado y la inversión se recuperarán y registrarán valores del 8,9 % y del 9,3 %, respectivamente.
Por su parte, el consumo público volverá a crecer (1,5 %), pero a menor ritmo que en 2020, en parte por la vuelta a la actividad en la mayoría de las actividades económicas.
A medida que transcurran los trimestres, la producción en los grandes sectores mejorará, con una especial reactivación de la industria (10,5 %), impulsada por la apertura de los mercados exteriores. Los servicios mejorarán, pero su ritmo será algo inferior al del conjunto de la economía, por las dificultades que tendrá todavía el subsector de turismo y hostelería.
Junto con estos datos, Azpiazu ha dado a conocer el termómetro de la economía vasca en agosto, que se situó en 35,5 en una escala de 0 a 150, lo que indica que se encuentra todavía en fuerte recesión», aunque ha destacado que es el cuarto mes consecutivo que mejora su resultado.
Ha concluido reconociendo la «gravedad de la crisis», pero también que hay «más de un indicador que apunta a cierta recuperación de la economía» y apelando a la «colaboración» porque «tan solo el trabajo conjunto y las alianzas potentes» van a posibilitar «salir del agujero con garantías». EFE
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