Por Javier Domaica (EFE).- Un cautivador Kamashi Washington ha puesto el broche de oro a la 43 edición del Festival de Jazz de Vitoria y ha cerrado un cartel ante algo más de media entrada en el polideportivo de Mendizorroza.


El saxofonista estadounidense Kamasi Washington ha entrado en escena con «Tiffakonkae», acompañado por una banda numerosa con Ryan Porter al trombón, con el que ha estado emparejado durante su puesta en escena, el contrabajo de Miles Mosley, los teclados de Brandon Coleman, las baterías de Ronald Bruner y Tony Austin, además de la voz de Patrice Quinn y la flauta de Ricky Washington, padre del líder californiano.

El creador de «The Epic», descrito como el álbum de jazz más influyente del siglo XXI y que le encumbró hace cinco años, ha liderado una puesta en escena plagada de toques de psicodelia, funk, afrobeat, soul y hip hop que han conquistado a la audiencia.

Enfundado en su larga túnica, ha corroborado el gran momento que atraviesa después de romper los límites del jazz con propuestas arriesgadas como «Giant Feelings», un tema interpretado por Brandon Coleman y sus sonidos psicodélicos.

Uno de lo momentos de la noche ha sido protagonizado por los dos bateristas, Ronald Bruner y Tony Austin, que han mantenido una original conversación con sus instrumentos, con un solo de batería de varias minutos.

El final ha sido apoteósico, con un nuevo solo del saxo de Washington en «First of fury» para cerrar una nueva noche mágica de jazz moderno y actual.

En el concierto previo, Makaya McCraven ha comenzado con «The Bounce», con una propuesta de jazz melódico donde el saxofón tenor de Irvin Pierce ha tenido especial presencia.

Además, el baterista francés ha estado acompañado de la guitarra de Matt Gold, el bajo de Junius Paul y el piano de Greg Spero, que han tenido grandes intervenciones.

McCraven ha destacado con sus enormes solos con mucho bombo y caja y una gran velocidad con sus baquetas en un gran derroche de energía y concentración.

El sonido orgánico de su último trabajo, «Universal Beings», ha enamorado al público que ha reconocido lo cantidad de sonidos que ha podido sacar el baterista formado en Chicago.

El Bebop, hip-hop y el rhythm & blues han formado parte de varios de los temas, compuestos por ritmos reconocidos y arriesgados, al mismo tiempo, que han levantado al auditorio con un concierto lleno de matices.

La última jornada ha arrancado, como cada día en Falerina, con el concierto de los jóvenes «Udaband» y «The Breitners», un cuarteto poco convencional.

El trompetista Ambrose Akinmusire ha presentado en el Teatro Principal de Vitoria su disco «Origami Harvest» junto con un gran cuarteto de cuerdas que ha mezclado el jazz más vanguardista con el hip-hop.

Así ha discurrido la última jornada de la 43 edición del Festival de Jazz de Vitoria que dejará muchas imágenes para el recuerdo y que ha confirmado la calidad de un programa muy variado, que promete enganchar a nuevos públicos en próximos capítulos. EFE



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