La Corporación municipal ha descubierto hoy en la antigua vía del vasco navarro camino del embalse, una placa que homenajea a todas las familias que tuvieron que abandonar el Valle de Ganboa para dar la oportunidad de un desarrollo económico y demográfico a Araba y Bizkaia.

Según reza el texto que recuerda  a las y los habitantes de los pueblos del valle, entre 1947 y 1957 se construyó el embalse de Ullibarri-Gamboa, una gigantesca obra de ingeniería que se utiliza hoy en día para abastecer de agua potable a casi la mitad de la población vasca y que se utiliza para generar energía eléctrica. La construcción de los embalses del sistema del Zadorra, una aspiración de la gran industria vasca desde los tiempos de la República, se ejecutó finalmente en pleno franquismo.

La inundación del Valle de Ganboa afectó a tres ayuntamientos: Ganboa, Barrundia y Arrazua-Ubarrundia, cada uno de ellos formado por varias entidades menores y todas sufrieron algún grado de afección: o desaparecieron completamente bajo las aguas o sufrieron cambios irreversibles en su morfología y demografía. El valle era una comarca con unas características socio-económicas propias, con una personalidad definida precisamente por estar surcada por el río Zadorra, y el proceso de construcción de los embalses cambió todo para siempre.

 

Con el pantano desapareció el municipio de Gamboa. Gamboa estaba formado por las juntas administrativas de Azúa, Garayo, Marieta, Mendíjur, Mendizábal, Nanclares de Gamboa, Zuazo de Gamboa, Orenin y la villa de Larrinzar. En 1940 contaba con más de 630 vecinos. La construcción del embalse del Zadorra hizo que el 10 de mayo de 1957 el Gobierno decretara la disolución del municipio y su división entre los municipios vecinos: Garayo, Larrínzar, Marieta, Mendíjur y Zuazo de Gamboa fueron al municipio de Barrundia; Nanclares de Gamboa y Mendizábal fueron absorbidos por Arrazua-Ubarrundia y finalmente Azúa y Orenin por el municipio de Elburgo.

Una vez que se procedió al llenado del embalse, Mendizábal y Orenin, por ejemplo, quedaron totalmente sepultados bajo las aguas; Garayo se vio afectado también casi totalmente por la inundación; Zuazo de Gamboa quedó convertido en la actual isla de Zuaza; Azúa y Nanclares de Gamboa quedaron a orillas del lago, aunque sus habitantes perdieron tierras de cultivo y se vieron obligados a emigrar. Las poblaciones que menos sufrieron por la recrecida del embalse fueron Marieta, que se fusionaría con la vecina Larrínzar en un único concejo y Mendíjur. Estas dos poblaciones siguen existiendo como concejos en la actualidad, aunque también perdieron tierras de cultivo.



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