El Parlamento Vasco ha rechazado «el empadronamiento universal en todos los municipios de Euskadi», también para los migrantes en situación irregular, para «eliminar barreras de acceso a derechos sociales» y en su lugar ha reclamado coordinación a nivel internacional para «garantizar una migración segura, ordenada y regular».
El debate sobre política migratoria ha llegado este jueves al pleno del Parlamento de la mano de Sumar que reclamaba, entre otras cuestiones, garantizar «el acceso efectivo de todas las personas migrantes a los servicios públicos sin discriminación por situación administrativa».
Su proposición ha sido rechazada con los votos de los grupos que sustentan el Gobierno Vasco (PNV y PSE), del PP y de Vox. Tampoco han salido adelante las enmiendas de EH Bildu, que pedía avanzar hacia un modelo de acogida integral, y del PP, favorable a vincular la inmigración con las necesidades del marcado laboral y a la contratación en origen.
Nacionalistas y socialistas se han valido de su mayoría absoluta para aprobar su enmienda, en la que se apuesta por la «coordinación internacional de esfuerzos vinculados a garantizar una migración segura, ordenada y regular». En el texto también se insta al Gobierno Vasco a «fortalecer» el Pacto Social Vasco para la Inmigración.
Durante el debate, el parlamentario de Sumar, Jon Hernández, ha criticado las políticas migratorias con «visión utilitarista» que contemplan usar a los migrantes cuando hace falta mano de obra y «expulsarlos cuando ya no hacen falta en el mercado laboral».
En su lugar ha abogado por un modelo vasco de «acogida efectiva» que ofrezca un «acceso universal a los servicios públicos» con independencia de la situación administrativa de los migrantes.
Desde el PNV, Aitor Urrutia, ha considerado que pedir el empadronamiento universal es «una irresponsabilidad» porque no se puede hacer «una barra libre» con los recursos y servicios públicos. Ha apostado por la migración regular y vinculada al trabajo: «El mercado laboral es la puerta a través de la que se entra».
«¿Pero usted no decide quién entra y quién no entra en su casa?», ha preguntado Urrutia a Hernández, al tiempo que ha recalcado que «el mayor obstáculo» para poder empadronar a migrantes es la Ley de Extranjería, que es estatal.
La socialista Patricia Campelo ha asegurado que la migración «enriquece» a la sociedad vasca y que la mayoría de los vascos no percibe la llegada de personas extranjeras como un problema. Ha alertado además de las consecuencias que tienen los discursos xenófobos como ha ocurrido por ejemplo este verano en Torre-Pacheco (Murcia).
Diana Urrea (EH Bildu) ha coincidido en que es «más necesario que nunca combatir el racismo», ha apostado por la cultura de la solidaridad frente a la cultural del miedo, así como por la igualdad de derechos y deberes para migrantes y autóctonos. Asimismo, ha emplazado a alcanzar un «acuerdo de país» en esta materia.
Desde el PP, Laura Garrido, ha defendido la inmigración «legal, regulada y vinculada al mercado laboral», una cuestión en la que según ha destacado también está de acuerdo el PNV, al que ha afeado «hacer seguidismo» en este tema tanto de su socio de gobierno, el PSE, como de EH Bildu. Garrido ha aprovechado el debate para pedir de nuevo la paralización del centro de refugiados previsto en Vitoria.
Por su parte, la parlamentaria de Vox, Amaia Martínez, ha dicho: «A quien viene a trabajar e integrarse le damos el ‘ongi etorri’, pero en caso contrario hay que darles billete de vuelta o como les gusta decir a algún partido ‘alde hemendik'». EFE
Sumar son tan falsos como el coletas que lleva a sus hijos a la privada para que no se junten con gente que el considera inferior. Solo son una rama de podemos,.se fueron porque no estaban de acuerdo con el reparto de sillones