La carestía del alquiler en el mercado libre ha hecho que en un año y medio se disparen en un 46 % las personas que se inscriben en Etxebide para demandar una vivienda protegida en Euskadi.

Así figura en el último informe publicado por el Observatorio Vasco de la Vivienda, que pone de relieve que entre enero de 2023 y junio de 2024 -año y medio- se han registrado algo más de 26.000 nuevas inscripciones en Etxebide.

La gran mayoría de las personas y familias inscritas desde enero de 2023 se encuentran emancipadas en régimen de alquiler (85,2 %) y asumen un elevado esfuerzo económico para el pago de vivienda.

Se trata en gran medida de familias que ya son inquilinas y que se inscriben en Etxebide con el fin de poder acceder a una vivienda protegida. Su perfil es el de familias con hijos y con un tamaño medio de 2,7 personas por familia.

Solo el restante 14,8 % de personas que demandan vivienda en Etxebide residen todavía en el hogar familiar y no se han emancipado.

Estas personas cuentan con un ingreso medio muy reducido (1.363 euros mensuales de promedio) e insuficiente para poder lograr su emancipación en los próximos años a pesar de las ayudas y prestaciones disponibles para ello.

El informe alerta de que en un contexto de un mercado de alquiler fuertemente tensionado, esta situación se está cronificando e incluso, intensificando en su nivel de precariedad.

Habitaciones y pisos compartidos

De este modo, la escasez de la oferta y los altos precios de las rentas están llevando a muchas familias a tener que residir, cada vez con mayor frecuencia, en pisos compartidos.

Así, el 40,9 % de las personas y familias inscritas desde enero 2023 reside en una vivienda libre en alquiler, pero un 36,7 % adicional alquila una habitación o reside en una vivienda en alquiler que comparte con otras personas y el 2,1 % reside en una vivienda cedida.

La renta media de las viviendas en alquiler libre que abonan estas personas y familias emancipadas que demandan alquiler en Etxebide asciende a 693 euros. Crece significativamente respecto al promedio de 658 euros que abonaban hasta 2023.

Asimismo, el precio medio de alquiler de una habitación asciende a 365 euros de promedio, por encima de los 339 euros hasta 2023.

El 45 % del sueldo para vivienda

El esfuerzo medio para el pago de la vivienda de estas personas que conforman el grueso de la demanda de Etxebide es muy elevado y llega al 45 % de sus ingresos como promedio, debido a que su nivel de ingresos es muy reducido (1.311 euros al mes de promedio).

El esfuerzo para el pago de una sola habitación alcanza el 23,9 % de los ingresos medios de las personas y familias que solo pueden alcanzar a residir en esta modalidad.

Cerca de la mitad de estas personas y familias reciben algún tipo de ayuda para el pago del alquiler (46,5 % de todas las que están emancipadas), de forma que el esfuerzo medio para el pago de la vivienda sería aún mayor y se podrían encontrar en situaciones cercanas a la de exclusión residencial y procesos de desahucio.

Ante esta compleja situación, cerca de una de cada tres personas y familias inscritas en Etxebide (31,3 %) y emancipadas ha tenido que cambiar de vivienda en los dos últimos años por no poder afrontar la renta de alquiler que estaban abonando.

El 14 % ha cambiado en el mismo barrio, la mitad fuera del mismo pero dentro del mismo municipio, pero el 36 % ha tenido que desplazarse a otro municipio dentro de Euskadi y el 48 % cree que es probable que se tenga que mudar o cambiar de residencia en los próximos 12 meses por no poder asumir la renta de alquiler. EFE



2 Comentarios

  1. Y a todo esto hay que sumarle mucha gente que se ha marchado,no sólo a pueblos de Euskadi,cercanos a Vitoria,esto los últimos años,porque ya hasta en pueblos no encuentras nada por menos de 750€ al mes y bastante lejos,si no también a otras comunidades,como Castilla y León,la Rioja. Porque aquí los alquileres son inasumibles por cualquier trabajador con sueldos tan precarios,que en muchos casos no llegan a los 1000€. Hay familias compartiendo pisos(dos familias por vivienda,con hijos incluidos). Personas mayores que comparten piso,lo mismo que trabajadores de una sola persona,ya que solos es imposible pagar un alquiler y poder comer. Por mucha ayuda que den( que son pocas personas las que lo reciben,hay que leer la letra pequeña de dichas ayudas) es imposible vivir en esa situación tan difícil y tensionada por la presión de si te quedas sin trabajo,si te suben el alquiler,si te renuevan el contrato. Mientras siga la gallina de los huevos de oro,se seguirá exprimiendo a los inquilinos,que son muchos,(más del 50% de la población vive en la pobreza ya)cuando los propietarios siguen lucrandose a base de ordeñar a esos inquilinos,sin nada más que verles como un mero número al que sacar beneficio economico. Cuando llegue el punto en el que la gente ya no pueda más, quien va a pagar esos alquileres??? Se seguirá especulando para hacerlos vacacionales( tengo 3 ejemplos de 3 familias echadas a la calle después de años en sus casas,pagando religiosamente,pero prima más la pasta)
    La especulación con un derecho,no justifica que el propietario tenga todos los derechos justificados y mucho menos de no tener sangre en las venas, ya que lo único que tiene es sacar la mayor rentabilidad de su vivienda a costa de la explotación de dicha necesidad,de muchas personas que no han podido optar a comprar una vivienda.

Dejar respuesta