El obispo de Vitoria, Juan Carlos Elizalde, ha vuelto a reprobar los abusos sexuales a menores cometidos por la Iglesia, ha pedido perdón por los ocurridos en Álava en el pasado y ha apelado a la prevención para que no se vuelvan a producir.
A través de un vídeo y una carta pública el obispo repasa los acontecimientos de este año, recuerda a los fallecidos por la pandemia, las consecuencias que ha tenido la guerra de Ucrania y destaca la presencia por primera vez de la mujer en órganos decisorios de esta diócesis.
En su misiva advierte de que una de las principales amenazas para la Iglesia, que debe «afrontar con valentía», son los abusos perpetrados por algunos religiosos en todo el mundo, que «no tienen justificación alguna».
«Como obispo de Vitoria pido perdón a todas las personas que en nuestro territorio hayan sufrido abusos en el pasado así como a sus familias», señala.
Tras recordar a los que murieron a causa del coronavirus «solos, sin funeral o sin la compañía de los suyos», se refiere al sufrimiento del conflicto de Ucrania y agradece a quienes de manera altruista ayudaron para hacer llegar recursos a Cáritas en Polonia. Recuerda en este sentido que la guerra provocó el nacimiento de la Mesa Diocesana de Acogida que servirá para coordinar posibles crisis humanitarias futuras.
También muestra su preocupación por «la falta de relevo» en la Iglesia, se felicita de que haya 21 seminaristas actualmente y ensalza los nuevos nombramientos en la diócesis de Vitoria y la renovación de varios consejos, en uno de los cuales por primera vez en la historia tres mujeres están en un órgano de gobierno.
Recuerda por último a quienes «no tienen motivos para celebrar» la Navidad a causa de despedidas, enfermedades, dificultades para llegar a fin de mes o malas noticias y lamenta que se haya «edulcorado la Navidad con luces, turrones y espumillón obligándonos a ser felices mientras mucha gente está siendo más infeliz que nunca, porque en estas fechas aparecen más visiblemente las rupturas, las discordias y las tristezas».
Por ello ha recuerda que Jesús nació en un establo porque no había sitio para ellos en la posada y que se ha ocultado que nació «en la pobreza, en la exclusión y en la marginalidad». EFE