El Ayuntamiento de Bilbao ha acogido la presentación del informe “Caminos Escolares (Eskolabideak); un estudio de caso de buena práctica”.
El estudio realizado por la UPV/EHU, analiza el desarrollo, antecedentes e impacto del proyecto de los caminos escolares puesto en marcha por el consistorio en varios centros educativos de Bilbao, en colaboración con el Departamento de Salud de Gobierno Vasco y Solasgune, como entidad dinamizadora del programa.
A la rueda de prensa organizada para presentar el estudio han asistido Nora Abete, Concejala de Movilidad y Sostenibilidad del Ayuntamiento de Bilbao; Itziar Larizgoitia, Directora de Salud Pública y Adicciones del Departamento de Salud del Gobierno Vasco; Pedro Blanco, Educador de Solasgune; e Idoia Legoruburu, investigadora de la UPV/EHU y que ha trabajado en la elaboración el informe.
CAMINOS ESCOLARES-ESKOLABIDEAK
El proyecto Caminos Escolares-Eskolabideak se decidió aplicar en la Villa con el objetivo de favorecer la seguridad y autonomía de la infancia en sus desplazamientos al colegio y para empoderar el papel de las niñas y niños en el entorno urbano.
El aumento del uso de los vehículos privados y otros aspectos relacionados con la seguridad han provocado una pérdida progresiva de la autonomía y libertad de los y las menores en las ciudades, que cada vez integran menos espacios seguros para la infancia, y, a menudo estos se presentan vallados o delimitados con puertas.
Así, desde el Área de Movilidad y Sostenibilidad del Ayuntamiento de Bilbao se ha impulsado la aplicación del proyecto Caminos Escolares-Eskolabideak en diferentes centros educativos de la Villa, promoviendo que el alumnado realice el trayecto a la escuela de forma autónoma y activa, andando, en patinete o en bicicleta. De esta manera, también se fomenta el ejercicio físico entre las y los menores, mejorando sus niveles de salud y concienciándoles acerca de los hábitos saludables. Otro objetivo es divulgar los valores de ecología y sostenibilidad en los desplazamientos, priorizando alternativas de transporte con menor impacto ambiental frente al uso de vehículos motorizados.
COLEGIOS
En el proyecto se ha ido implicando a distintos centros públicos y concertados de Bilbao para ir desarrollándolo de manera progresiva. Los centros que han tomado parte en el mismo son el colegio Mina del Morro, Pagasarribide eskola, Indautxuko eskola y Gallego Gorria eskola. Por su parte, Artxandape Ikastola, Kirikiño Ikastola, Iruarteta, Tiboli eskola y Cervantes eskola han acometido las primeras fases del programa.
Además, en la capital vizcaína, otros centros como Intxixu Ikastola, Mujka eskola, Maestro García Rivero eskola, Karmelo Ikastola, Luis Briñas eskola, también ha desarrollado proyectos que han contado con el apoyo del Gobierno Vasco y el asesoramiento del Área de Movilidad y Sostenibilidad. Y sin olvidar Juan Delmas eskola, que fue el primer centro bilbaíno que puso en marcha su propio camino escolar.
RESULTADOS DEL PROYECTO CAMINOS ESCOLARES-ESKOLABIDEAK
El estudio presentado, que se enmarca en una amplia investigación llevada a cabo acerca de los beneficios de este tipo de iniciativas, sistematiza la metodología y forma de trabajo del proyecto; identifica sus fortalezas y puntos de mejora; analiza la participación de los niños y niñas, la colaboración con los centros educativos y la sostenibilidad de los procesos impulsados; y examina el impacto sobre los niños y niñas participantes.
Para llevarlo a cabo se han empleado distintas técnicas de recogida de datos, como entrevistas individuales, análisis documental, sesiones de contraste, o líneas de tiempo, para detectar y analizar las fortalezas y debilidades del proyecto.
El informe destaca entre los puntos fuertes de los Caminos Escolares-Eskolabideak el incremento de la autonomía de las y los menores, la minimización del tráfico de vehículos y la descongestión vial de las zonas afectadas, el aumento de la camaradería y sentimiento de grupo entre las niñas y niños, y su desarrollo continuado a pesar de haber coincidido con la pandemia de la COVID 19.
Otras fortalezas son la interconexión y el apoyo con iniciativas similares puestas en marcha en otros municipios, y la implicación directa del Área de Movilidad y Sostenibilidad, que ha garantizado un nivel de atención y recursos que de otra manera habría sido difícil de disponer.
TEMORES
Por su parte, las dificultades identificadas tienen que ver con los temores entre las familias y los centros a la hora de asumir la autonomía de las y los menores y sus riesgos asociados. También con la confusión que a veces surgía entre los participantes a la hora de abordar el diseño de los caminos escolares, que originaba peticiones ajenas al programa. Por último, el periodo de pandemia también influyó en algunos de los procesos de participación y debate paralizando su puesta en marcha.
Respecto a las posibles mejoras, se recomienda generar un equipo motor en el que estén representados todos los centros escolares, impulsar conexiones con iniciativas como Umeen Kontseilua, órgano de participación infantil del Ayuntamiento, y mejorar la información y divulgación del proyecto.
También recomienda definir mejor aspectos de la metodología, promover que el GIS (Sistema de Información Geográfica) pueda convertirse en una herramienta al servicio de este y otros proyectos similares, incrementar la marca e identidad del proyecto ampliando su dimensión comunitaria y, por encima de todo, situar a los niños y niñas al frente del proyecto, reservándolos un lugar preferente desde el que puedan opinar y ser parte vinculante del proceso.
Por último propone recobrar el trabajo realizado y dar un nuevo impulso para implicar a los centros que debido a la pandemia han dejado aparcados los proyectos que habían iniciado.
el tantos países van desde pequeños en bici al colegio en grupo o solos, en Barcelona hay un proyecto pero al no tener tantos carriles bici no es tan fácil