Vitoria, 15 abr (EFE).- El Ente Vasco de Energía (EVE) ha lanzado el Plan Renove de Electrodomésticos de 2016, dotado con un millón de euros, la misma cantidad de la que dispuso esta iniciativa el pasado año.
La convocatoria de estas ayudas se publica hoy en el Boletín Oficial del País Vasco, pero las subvenciones no podrán solicitarse hasta que se hagan públicas la bases de este procedimiento.
Podrán beneficiarse de este programa las personas físicas propietarias, usufructuarias o arrendatarias de una vivienda habitual en Euskadi que sustituyan sus electrodomésticos por otros de elevada eficiencia energética (clase A++ o superior).
La dotación económica de este plan es de un millón de euros, la misma que en la edición de 2015. Este programa se cerrará cuando se agoten estas ayudas a fondo perdido, que se sitúan entre los 80 y los 65 euros en función del tipo de electrodoméstico renovado.
El pasado año la dotación presupuestaria se agotó en pocos días y posibilitó la sustitución de 8.716 unidades, con la colaboración de 370 comercios colaboradores.
El establecimiento con más transacciones efectuadas, ubicado en Bizkaia, no superó los 282 electrodomésticos vendidos.
En concreto, recibieron ayudas las adquisiciones de 4.300 lavadoras, 2.900 frigoríficos, 1.286 lavavajillas y 230 congeladores.
En esa edición la ayuda por cada compra fue mayor, ya que frente a los 80 euros de cuantía máxima de este año, en 2015 esta cantidad ascendió a 125 euros.
Además de este programa, el Boletín Oficial del País Vasco también pública hoy otras convocatorias de ayudas relacionadas con la eficiencia energética y dirigidas tanto al sector privado como al público.
Los impuestos no solamente nos empobrecen (quitándonos una parte sustancial del producto de nuestro esfuerzo). También nos hacen menos libres, ya que son el mecanismo que el Estado emplea para hacernos consumir esto y no aquello o comportarnos económicamente de una u otra manera. Gravando y desgravando a su antojo, el Estado nos induce a actuar como él cree conveniente. Así, los impuestos nos convierten en marionetas del ministro de Hacienda.
William Taylor (1887-1961)