Los inmuebles inmobiliarios afrontarán incertidumbre al retirarse las medidas monetarias

La evolución de los mercados inmobiliarios cotizados es sensible a las decisiones que toman los bancos centrales, sobre todo en materia de tipos de interés. Así, los previsibles movimientos que pueda tomar el Banco Central Europeo (BCE) en las próximas reuniones pueden afectar de forma negativa a las acciones de empresas inmobiliarias cotizadas.

Aunque en estos momentos, la mayor promotora inmobiliaria de España, la vasca Amenabar, no cotiza, sí lo hacen otras, como NeinorHomes, y han sido el refugio para muchos inversores que buscaban rentas altas que ya no podían obtener en el mercado de deuda.

No era el sector inmobiliario uno de los más activos en el mercado de derivados financieros del tipo CFDs, pero sí es verdad que tenía su mercado y que este mercado crecía en la misma medida que lo hacía el sector.

Pues bien, los cambios en la política del BCE podrían provocar un repunte en la rentabilidad de los activos de deuda tradicionales (Bonos, obligaciones, etc.) con lo que ganarían atractivo entre los inversores y podrían provocar un cambio desde las acciones inmobiliarias a la renta fija.

Aunque los expertos reconocen que la trayectoria de la rentabilidad de los bonos es probable que sea más volátil, creen que los cambios en la política monetaria serán graduales y tendrán un impacto limitado en los mercados inmobiliarios, pues las valoraciones actuales ya recogen esa posibilidad.

Más en concreto, los inversores se centran en el recorte del importe de las compras mensuales de deuda europea por parte del BCE(AssetPurchaseProgram, APP) como primera medida de retirada del quantitativeeasing (QE) que se espera pase de los 60.000 a los 40.000 millones de euros en breve (otoño de 2017).

Tanto si invirtieron a través de CFDs o si lo hicieron a través de bolsa directamente, los inversores ya vivieron las consecuencias el pasado mes de diciembre de la primera reducción del importe del APP, cuando pasó de 80.000 a 60.000 millones. El valor de sus activos bajó ante la pérdida del atractivo que tenían para los habituales tenedores de deuda pública europea.

En cifras, los CFDs o las acciones inmobiliarias europeas ofrecían una rentabilidad del 14,1%, casi un 10% por debajo de la que ofrecían las estadounidenses o un 8% inferior a la de las japonesas.

Es verdad, reconocen las cifras, que hubo volatilidad en las acciones inmobiliarias en los últimos meses a medida que se conocían las estrategias políticas del BCE. Por ejemplo, tras las palabras de Draghi en junio de este año que hicieron caer los CFDsinmobiliarios un 5,1%habían recuperado un 3,5% para el 4 de agosto.

La clave para los inversores inmobiliarios es que, si el QE se gestiona con cuidado, no está acompañado de forma automática por una venta masiva en valores cotizados de alta rentabilidad, tales como los CFDs de las inmobiliarias cotizadas, tal y como demuestra la experiencia en Estados Unidos.

Por tanto, a pesar de la retirada de estímulos por parte del BCE, los expertos esperan que la política monetaria siga siendo favorable en los próximos meses para la inversión en inmobiliarias cotizadas, tanto europeas, como japonesas.

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