(Foto Bomberos de Vitoria) «Se recibe una llamada desde el hospital Santiago Apóstol avisando de que en una sala de escáner había saltado la alarma de incendios. Al tratarse de una instalación situada en la zona de medicina nuclear se movilizó al furgón de salvamentos varios (FSV) con todo el equipo para emergencias radiológicas».
Al llegar al lugar, el personal de mantenimiento informó de que se trataba de una sala de escáner donde, «como se temía, existía un riesgo de irradiación» y contaminación externa. Nadie entró después de que saltara la alarma.
Ocurrió el día 26 de diciembre de 2020 sobre las 14 horas, pero se ha conocido hoy a través de la memoria de los Bomberos de Vitoria sobre sus actuaciones en ese año.
MEDICIONES POSITIVAS
Ante la «problemática de la exposición a fuentes radioactivas, se realizaron mediciones que dieron resultados positivos», por lo que se cuantificó el tiempo que cada interviniente podía permanecer en la sala.
La máxima en estos tipos de incidentes es evitar al máximo la exposición innecesaria de los bomberos. Se comprobó que el incendio había remitido y «se decidió no ventilar la sala por precaución ya que el aire podía estar contaminado y provocar más problemas».
UNA PROBETA
El jefe de seguridad del Hospital, experto en este tipo de instalaciones, accedió a la sala y localizó una probeta que se había quedado en la sala, la cual había provocado las lecturas positivas de los medidores.
Una vez retirada la probeta se realizaron más mediciones para comprobar que la sala era segura y se localizó el origen del incendio en un armario de instalaciones de la máquina
de escáner.
INCIDENTE FUERA DE LO COMÚN
Los bomberos aseguran que incidentes como este, «fuera de lo común», refuerzan la importancia de las maniobras y simulacros que se realizan prácticamente a diario en el parque de bomberos, recordando y enfatizando los protocolos y técnicas de actuación.
La intervención de los bomberos finalizó 2 horas y media después.