La UPV/EHU ha desarrollado un procedimiento capaz de detectar incendios de menos de 250 metros utilizando los datos de dos satélites que recogen imágenes ópticas y de otros cuatro satélites que miden las altas temperaturas causadas por el fuego.
En el trabajo, dirigido por el investigador Aitor Bastarrika (escuela Ingeniería Vitoria), se explica que la obtención de información precisa y actualizada de las zonas afectadas por el fuego es fundamental para comprender mejor la calidad del aire, los ciclos biogeoquímicos o el clima, así como para contribuir a la propia gestión de los incendios.
Hace unas décadas, la cartografía o mapeo de las áreas quemadas se realizaba a partir del estudio de las zonas rurales, pero desde el lanzamiento de satélites para la observación de la Tierra, la teledetección se convirtió en una opción más práctica para localizar las zonas quemadas.
El problema es que, hasta ahora, el error en las mediciones es muy grande y muchas zonas que están realmente quemadas no se identifican como tales, según Bastarrika.
Los sistemas actuales utilizan un tamaño de píxel de entre 250 y 500 metros, por lo que no detectan incendios que no alcancen esa extensión mínima, cuando «en algunos ecosistemas son muy frecuentes los incendios de esas dimensiones», señala.
El estudio ha desarrollado un algoritmo para lograr una mayor resolución, utilizando datos de seis satélites diferentes. No es el único algoritmo existente, pero este está preparado para ser aplicado a escala global en todo el mundo y para obtener resultados con una resolución media, ha informado este miércoles la UPV/EHU. EFE