Nos hemos montado en el BEI recién estrenado para ver las primeras percepciones ciudadanas. Y a algunos les ha salido gratis el viaje, por deficiencias del sistema.
El propio Ayuntamiento reconocía la existencias de «incidencias«, aunque no las citaba. La primera que hemos comprobado tiene que ver con el funcionamiento de las máquinas de tickets. Es regular.
Algunas, no arrancaban, como la de Ariznabarra. Pudimos presenciar como el conductor decía que subieran. “Nos ha salido gratis el viaje”, dice la pasajera.
LLAMA LA ATENCION
A los pasajeros les llama la atención que el BEI tenga cargadores, que los pasajeros se puedan subir por cualquier puerta y que haya botones con la palabra “stop” cuando realmente para en todas las paradas (a diferencia de los autobuses que paran cuando alguien la solicita o hay gente esperando en la calle).
USUARIOS PERDIDOS
Mucha gente que se sube por primera vez está perdida, no sabe si hay que pagar en la parada (en efectivo o en la máquina que pone “Solo BEI” con la tarjeta BAT o dentro del BEI (hay gente que entra en el BEI y retrocede cuando el conductor le indica que tiene que “ticar” a través de la máquina de la parada).
“Ya aprenderemos” dice una persona mayor. Para que le entiendan mejor, el conductor explica que la máquina funciona igual que la del tranvía.
Los pasajeros también comentan entre ellos que es menos ruidoso “claro, como es eléctrico, ya no suena el motor”. Respecto a su estética, un señor mayor dice “es bonito”.
ABRIR PUERTAS
Hay gente que no sabe como abrir las puertas si quiere bajarse del BEI y los pasajeros le indican que tiene que pulsar el botón verde de las puertas.
Esto acaba de comenzar.