Gorka Urtaran, candidato del PNV a la alcaldía de Vitoria, «quiere la poltrona del Ayuntamiento aunque le tenga que votar Bob Esponja; eso le da igual», así de firme se han manifestado fuentes del partido nacionalista en declaraciones a Norte Exprés.

En este momento Urtaran cuenta con los votos de EH Bildu, Podemos e Irabazi -el frente de izquierdas- para alcanzar su objetivo de ser alcalde, aunque quedara tercero y solo disponga de cinco concejales.

Haciendo un repaso de lo ocurrido desde el domingo electoral, la maraña se va aclarando. Urtaran cosechó el segundo peor resultado de la historia del PNV en la ciudad.

Después pasó las peores 48 horas políticas de su vida (según él mismo reconoció) y más tarde se marchó de viaje para «desconectar y recuperarse de la depresión política», siempre según las mismas fuentes. El viaje pudo ser a Catalunya.

Cuando volvió a Vitoria se encontró con el disgusto de quienes le rodean en su Grupo municipal del Ayuntamiento. Varios de ellos pierden su trabajo (asesores-administrativos), incluso una concejal. Y le empezaron a animar para que aceptara los votos de la izquierda abertzale, «aunque es consciente de que se queda en manos de Larrion cuatro años».

Hay personas en el entorno directo y personal de Urtaran que iban contando que él no aceptaría eso ni aunque le obligara su partido. Pero eso fue la semana pasada.

En esta semana un encuentro entre Urtaran y José Ángel Cuerda ha cambiado el curso de las sensaciones. Cuerda apoyó a Bildu públicamente, mientras le decía -en privado- a su aprendiz que tirara para adelante y aceptara los votos de Bildu, «porque gobernar un Consistorio está chupado aunque sean cinco», nos cuentas las mismas fuentes.

Tres son las cuestiones que temen algunos dirigentes del PNV: 1.- La dependencia hacia lo que ordene Bildu durante la legislatura,  «pero eso a él no le preocupa aunque le vote Bob Esponja, si se sienta en la poltrona», insisten las fuentes consultadas;  2.- La gestión de dieciocho departamentos y 83 servicios municipales con solo cinco concejales; y 3.- El perjuicio a su compañero Ramiro González; «lo que menos le importa, nunca le ha preocupado nadie que no sea él».

«Hay que torear la situación puesto que no tenemos más en el Ayuntamiento pensando en el futuro, pero lo decidirá la dirección y no él», concluyen las reflexiones a este medio.

3 COMENTARIOS

  1. Con el alimento de mami y animado por Pepe Cuerda, se ve ya de alcalde . Dando dinero a conocidos y colocando a colegas de funcionarios.

  2. Urtaran o la otra forma de hacer política. El chaval nos ha salido un mediocre ambiciosillo. Esta visto que no quiere pasar la oportunidad. Se ha convertido en una marioneta ya no sólo de a amatxo, del cuerda, de sus asesores e intereses varios (asociaciones, empresas amigas…) sino que va a convertirse en rehén de Bildu. Y lo peor lo va a hacer a su partido y a la ciudad.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí