Una menor ha reconocido este martes que, para que no le pillasen, limpió la sangre que tenía en la zapatilla uno de los cuatro acusados del asesinato de un repartidor alavés en el parque del Ebro de Logroño, durante la noche del 6 de abril de 2021, al que le dieron una paliza, robaron y dejaron abandonado inconsciente.
La segunda sesión del juicio con jurado que se celebra en la Audiencia Provincial de Logroño ha permitido oír dos de los audios que esta menor envió después de los hechos a varios amigos para decirles lo que había ocurrido por lo que le habían contado, ya que ha insistido en que ella no participó en la agresión, ni la vio.
En esos audios, la menor indica que uno de los acusados agredió a la víctima en un primer momento, luego le siguieron los demás y le robaron a este joven, que estaba en el parque del Ebro descansando, antes de trasladarse a su domicilio en Oyón (Álava), a unos 5 kilómetros de Logroño.
Ha afirmado, a preguntas del fiscal, que ella estaba en el parque del Ebro de fiesta con los acusados, pero que no participó en la agresión, ni la vio, aunque la describió en esos mensajes por lo que le contaron, ha dicho.
Esta menor, que ya fue sentenciada por este caso por el Juzgado de Menores, ha comparecido detrás de un biombo para no ver directamente a los cuatro acusados, quienes este lunes reconocieron los hechos y han alcanzado un acuerdo sobre su pena, que aún no se conoce.
PAGA LA INSTITUCIÓN
En este suceso estuvieron implicadas dos menores, la joven que ha declarado y su hermana, que estaban tuteladas en un centro del Ejecutivo regional cuando se produjo la agresión, por lo que la Administración riojana se hizo cargo del pago de más de 240.000 euros como parte de la indemnización a la familia de la víctima.
Prácticamente no respondía a estímulos
Un hombre que paseaba por el parque encontró a la víctima, en estado de coma y con signos de hipotermia, ocho horas después de que le robaran la bicicleta, la cazadora y otros enseres, y falleció en el hospital en la tarde del 7 de abril.
El médico de la ambulancia que llevó a la víctima al hospital ha detallado que nada más llegar al parque del Ebro comprendió que era «una situación grave” y que el joven “estaba en coma”, ya que “prácticamente no respondía a ningún estímulo”.
También le llamó la atención que “estaba muy frío” y “tenía signos típicos de hipotermia, algo que le provocó una fibrilación en la ambulancia”, aunque pudieron revertirla, ha detallado.
“Podría haber muerto en minutos”, ha explicado el facultativo, quien ha reconocido que el no tener prenda de abrigo -porque los agresores se la robaron- y la lesión cerebral que presentaba tras la paliza contribuyó a la gravedad de la víctima.
Un policía local ha explicado que inicialmente creyeron que la víctima era una persona que se había golpeado en una caída, pero sí constataron que este joven no tenía ni documentación, ni teléfono móvil.
Además, un conocido de la víctima ha explicado que le había visto esa misma noche a la salida de un bar de la calle Vitoria y que “iba un poco bebido” mientras caminaba con una bicicleta en la mano y vestía con una cazadora larga.EFE
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